Infraestructura monumental: conocé la estación de tren más grande del mundo, equivalente a 170 canchas de fútbol

La Chongqing East Railway Station, inaugurada en junio de 2025, abarca más de 1,22 millones de metros cuadrados y combina innovación tecnológica, diseño futurista y sostenibilidad. Con una inversión de 7.800 millones de dólares, se posiciona como el nuevo emblema de la ingeniería moderna en Asia.
La estación de ferrocarril Chongqing Este, el mayor nudo ferroviario de alta velocidad del oeste de China.
La estación de ferrocarril Chongqing Este, el mayor nudo ferroviario de alta velocidad del oeste de China. Foto: Facebook / China Focus.

En una apuesta de ingeniería, diseño y ambición urbana sin precedentes, la ciudad de Chongqing, al suroeste de China, inauguró lo que se considera la estación de tren más grande del mundo: la Chongqing East Railway Station.

El complejo representa una nueva era de movilidad, conectividad e integración urbana, y se convierte tanto en símbolo del avance tecnológico de China como en catalizador de desarrollo regional.

La estación de ferrocarril Chongqing Este, el mayor nudo ferroviario de alta velocidad del oeste de China. Foto: Facebook / China Focus.

Un gigante de la infraestructura

La nueva terminal se erige sobre una superficie superior a 1,22 millones de metros cuadrados, una dimensión equivalente a unas 170 canchas de fútbol. Con 15 plataformas y 29 vías, la estación está preparada para movilizar hasta 16.000 pasajeros por hora en momentos de máxima demanda.

Su culminación responde a un esfuerzo que incluyó siete años de construcción, una inversión multimillonaria y el despliegue de nuevas tecnologías en obra civil.

La estética del recinto refleja una fusión entre lo futurista y lo natural: columnas en forma de árboles típicos de la zona montañosa de Chongqing, conductos de ventilación con diseño floral, y señalética realizada en bambú local articulan un espacio que busca integrar naturaleza, tradición y vanguardia. Si bien los detalles de diseño varían según las fuentes, el impacto visual y funcional es innegable.

La estación de ferrocarril Chongqing Este, el mayor nudo ferroviario de alta velocidad del oeste de China. Foto: Facebook / China Focus.

El interior de la estación recuerda más a un aeropuerto de última generación que a una terminal ferroviaria tradicional: miles de asientos, puertos USB, pantallas digitales, comercios y espacios de espera creados pensando en la experiencia del pasajero moderno.

Potenciación de la conectividad y el desarrollo regional

La ubicación estratégica de la estación, en el distrito Nan’an de Chongqing, y su conexión con líneas de alta velocidad que enlazan con ciudades clave como Chengdu, Guiyang, Changsha y otras, permiten redefinir los tiempos de viaje y el alcance del transporte nacional. Por ejemplo, se estima que algunos enlaces podrán reducir el trayecto a tres horas o incluso una hora para ciertas rutas.

Este hub ferroviario, además, actúa como motor de desarrollo urbano: su entorno proyecta centros comerciales, hoteles, zonas residenciales, tecnología y servicios que buscan aprovechar el flujo de pasajeros e impulsar una transformación del paisaje urbano tradicional. Según análisis, la estación representa parte de un marco estratégico mayor, la integración de transporte, ciudad y economía que China impulsa como parte de su modernización.

La estación de ferrocarril Chongqing Este, el mayor nudo ferroviario de alta velocidad del oeste de China. Foto: Facebook / China Focus.

Aunque la inauguración marca un hito, también abre interrogantes: la operación a gran escala de un espacio de 1,22 millones de metros cuadrados requiere una gestión logística, energética y humana. Además, el verdadero impacto en términos de volumen de pasajeros, rentabilidad, sostenibilidad urbana y conectividad internacional aún está por medirse. Algunas fuentes aclaran que el calificativo de “más grande del mundo” obedece al área construida en una sola fase, no necesariamente al flujo diario de viajeros.

Más allá de eso, se visualiza que la estación de Chongqing marque una pauta: la movilidad del siglo XXI ya no es solo viajar rápido, es trasladarse dentro de entornos inteligentes, integrados al paisaje urbano, conectados a múltiples modos de transporte y concebidos como centros de ciudad.