Entre cuarentenas y barbijos: cuáles son los países más afectados por la gripe K virus H3N2
Un brote invernal sin precedentes en Europa desató hospitalizaciones en niveles récord y sistemas sanitarios al borde de la saturación. Como consecuencia, varios países reactivaron protocolos de emergencia.
La llegada anticipada del invierno en Europa trajo consigo una ola de gripe invernal impulsada por la variante K del virus H3N2, que está superando los registros habituales de contagios y hospitalizaciones en la región. Este fenómeno epidemiológico, catalogado por expertos como uno de los más intensos en más de una década, forzó a varios países a reimplementar medidas de prevención como el uso de barbijos, controles sanitarios y protocolos de cuarentena, mientras que autoridades sanitarias advierten sobre la posibilidad de que esta ola se extienda al hemisferio sur en los próximos meses.
La velocidad de transmisión y el aumento repentino de casos están generando una presión significativa sobre los sistemas de salud, que volvieron a activar protocolos de contingencia. En Reino Unido, identificado como el país más golpeado por esta ola, los contagios crecieron alrededor de un 56% en comparación con la temporada anterior. Las autoridades sanitarias proyectan que las hospitalizaciones podrían llegar a 8.000 en las próximas semanas si la tendencia no se desacelera.
España también atraviesa un escenario complejo: la incidencia de la gripe K es hasta diez veces mayor que la registrada en el mismo período del año pasado. Esta situación obligó a reforzar medidas preventivas, especialmente en centros de salud y escuelas, para intentar contener la propagación.
En Alemania, Francia e Italia, la curva ascendente de casos llevó a la activación de medidas de emergencia. Los hospitales incrementaron su capacidad operativa y se implementaron protocolos adicionales para gestionar el aumento de pacientes con síntomas respiratorios.
Fuera de Europa, Canadá replicó estrategias similares ante la creciente demanda de atención médica. El país amplió servicios y fortaleció los controles sanitarios para evitar un desborde del sistema, en un contexto donde la variante también muestra una rápida circulación.
¿Por qué se expande tan rápido la variante K?
La variante K del virus H3N2 incorpora una serie de mutaciones que le permiten esquivar parte de la inmunidad previa de la población, tanto la adquirida por contagios anteriores como la generada por las vacunas tradicionales. Esa capacidad de evasión inmunológica explica en gran medida la velocidad con la que se está expandiendo y la cantidad de personas infectadas, incluso entre quienes cuentan con la vacunación al día.
Además, el subtipo H3N2 no fue de los más predominantes en temporadas recientes, por lo que la población tiene un nivel de protección natural más bajo frente a esta variante. Aunque la vacuna vigente sigue siendo efectiva para reducir los cuadros graves y las internaciones, su capacidad para evitar directamente la infección es menor, un escenario que favorece el aumento acelerado de casos.
En cuanto a los síntomas, la gripe K suele presentarse con fiebre alta, tos seca, dolor de garganta, fatiga marcada, dolores musculares fuertes y malestar gastrointestinal. En los niños, la enfermedad tiende a ser más leve, aunque funcionan como importantes vectores de contagio. En los adultos y grupos de riesgo, en cambio, los síntomas suelen manifestarse con mayor intensidad.

















