El riguroso plan de Nueva Zelanda para eliminar el coronavirus y volver a la normalidad

Nueva Zelanda canta victoria, después de que la primera ministra Jacinda Ardern anunciara que hace más de dos semanas que no hay casos activos de coronavirus en el país .

Por Canal26

Viernes 12 de Junio de 2020 - 12:08

Nueva Zelanda fuera del coronavirusNueva Zelanda salió del coronavirus.

Nueva Zelanda se situó en el nivel de alerta 1, el más bajo , lo que permite dejar atrás la mayoría de las medidas tomadas en uno de los confinamientos más estrictos del mundo. Y es que Nueva Zelanda puso en práctica en los últimos meses lo que llamó estrategia de "eliminación" de la curva de contagios, una estricta y agresiva alternativa a la "mitigación".

 

Bajo las nuevas reglas, el distanciamiento social ya no es obligatorio y no hay límites en el número de personas que se pueden congregar, aunque aún no se permite la entrada de extranjeros en el país. Los neozelandeses que lleguen del extranjero deberán pasar una cuarentena de 14 días. Jacinda Ardern advirtió este lunes que el país volverá a registrar casos, añadiendo que la eliminación "no es un momento en el tiempo sino un esfuerzo sostenido".

 

Nueva Zelanda ha registrado 1.154 casos de covid-19 y 22 muertes desde que el virus se detectó a fines de febrero, unas cifras muy positivas si se comparan con las de otros países. Pero ¿cómo llegó el país a este favorable escenario?.

 

El cierre total


El primer caso confirmado de covid-19 se registró el 28 de febrero en Nueva Zelanda. La enfermedad no avanzó mucho en las siguientes dos semanas, con solo seis contagios registrados hasta el 14 de marzo.

 

Aun así, la primera ministra Ardern ordenó ese día que todo viajero que llegara a su país, nacional o extranjero, se pusiera en cuarentena por 14 días sin excepciones , así como el veto a los cruceros, una medida difícil para un país muy vinculado al turismo.

 

La mandataria dijo que su plan incluía "las restricciones fronterizas más amplias y duras de cualquier país del mundo", pero eso era solo el comienzo. Para el 19 de marzo llegó el cierre total de fronteras.

 

Unos días después, presentó el sistema de alertas de cuatro niveles que para ese momento ya estaba en el 2 y el cual incluía también el cierre de cualquier espacio donde se reunieran más de 100 personas y la petición de quedarse en casa para ancianos y personas inmunodeprimidas.

 

La cuarentena obligatoria

Para el 23 de marzo, Nueva Zelanda superó los 100 casos en menos de un mes (sin ninguna muerte todavía) y aplicó el nivel 3 de su respuesta a la pandemia. "Estamos yendo duro y temprano", dijo Ardern a sus ciudadanos. "Solo tenemos 102 casos, pero también Italia los tuvo una vez".

 

Dio un plazo de 48 horas para la activación del nivel 4,llamado "eliminación" , el cual estableció la cuarentena obligatoria para los 4,8 millones de habitantes del país por cuatro semanas . Nadie podía dejar su casa, a menos de que uno de sus habitantes saliera para comprar víveres, medicinas o acudir al médico.

 

Solo estaba permitido hacer ejercicio o tener esparcimiento en los alrededores de casa. También se dio la cancelación total de actividades no esenciales, lo que implicaba el cierre de escuelas, comercios (exceptuando los de víveres y farmacias), industrias y servicios. A partir de la activación del nivel 4 el 25 de marzo, los nuevos casos confirmados se contaban por decenas en los siguientes diez días, con el número más alto (76) el día 28 y la primer muerte al 29. Pero entonces el efecto de la estrategia de "eliminación" comenzó a ser evidente.

 

La "burbuja" de contactos

A partir del 3 de abril, los nuevos casos confirmados se fueron reduciendo casi día con día hasta llegar a menos de diez por jornada . Incluso el día 23 hubo 0 nuevos contagios registrados.

 

Además de las campañas sobre lavado de manos y distanciamiento social, uno de los elementos que se han destacado de la estrategia de Nueva Zelanda fue la socialización en la "burbuja" de contactos .

 

A los neozelandeses se les pidió mantener el contacto solo con las personas que viven en sus casas, familiares o conocidos, y con ellos practicar todo tipo de actividades sociales para lidiar con el encierro. A partir de un momento, a los neozelandeses se les permitió extender ligeramente sus burbujas de contactos para incluir a familiares cercanos y personas que vivían en aislamiento , en el mismo pueblo o ciudad.

 

Las fallas a la observancia de la "burbuja" han sido controladas en Nueva Zelanda, donde una línea telefónica de la policía ha recibido decenas de reportes sobre personas con mal comportamiento. Incluso uno de los miembros del gabinete de Ardern, el ministro de Sanidad David Clark, fue degradado de su puesto por haber dado un paseo familiar cuando ya estaba activa la cuarentena.

 

 

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