Isabel II, la monarca más longeva del mundo: los desafíos que afrontó

Más allá de los cambios que vivió el Reino Unido y el mundo, siempre había una constante: la monarca británica. Un recorrido por los desafíos que tuvo que superar.

Por Malena Albornoz

Viernes 9 de Septiembre de 2022 - 10:53

Isabel II_ReutersIsabel II en una misa. Foto: Reuters. 

La muerte de Isabel II sacudió no solo al Reino Unido sino al mundo. El impacto que tuvo su reinado sale de lo común y su final marca el cierre de una era.  

La BBC ha definido a Isabel II como una presencia estable en un mundo cambiante. Esto es porque su reinado duró 70 años y llegó justo después de la Segunda Guerra Mundial, en un momento de crisis. Durante esas siete décadas la reina vivió un proceso de descolonización importante en África y el Caribe, fuertes escándalos familiares y dificultades políticas. En ese contexto, la reina se esforzó por acercarse a su pueblo, y sostener a la institución monárquica.  

 

Isabel II, sabiendo que iba a convertirse en reina, dijo en 1947: “declaro ante ustedes que mi vida entera, ya sea larga o corta, será dedicada a vuestro servicio y al servicio de nuestra gran familia imperial a la que todos pertenecemos”, lo reafirmó el día de su coronación en 1953 y lo sostuvo durante todo su reinado.  

La reina vio la descolonización y la pérdida de poder político de la monarquía británica luego de la Segunda Guerra Mundial y se esforzó por mantener el carácter unificador de la Corona.

Viajó por el mundo más que ningún otro monarca y estrechó vínculos con sus súbditos. En Australia, realizó paseos espontáneos para saludar a la gente en la calle, fuera del protocolo.  

La reina y el príncipe Felipe_ReutersIsabel II y el Príncipe Felipe de Edimburgo. Foto: Reuters. 

 

Su reinado también llegó en un momento de mayor difusión de la vida privada los miembros de la familia real. En 1992 tuvo que enfrentar la separación de su hijo Andrés, las tensiones entre el entonces príncipe Carlos y Lady Di al hacerse públicas sus infidelidades, y también el divorcio de su hija Ana.  

Además, el Palacio de Windsor, residencia de la reina, se incendió y el gobierno anunció que se haría cargo de los gastos, a pesar de las fortunas de la monarquía.  

Fue un año en que descendió la popularidad de la monarquía drásticamente. Incluso esto se agravó con el divorcio de Carlos y Lady Di y la posterior muerte de la princesa, que mucha gente leyó como una consecuencia de la insensibilidad de la familia real hacia ella.

 

Debido a todo eso, la reina tuvo que buscar nuevas formas de acercarse a la población y prometió abrir la monarquía a los ciudadanos.  

Isabel II y Harry en una boda_ReutersLa reina y su nieto Harry en una boda. Foto: Reuters. 

Parte de sus decisiones fueron pagar impuestos sobre sus bienes e ingresos, dar un tono menos protocolar a las celebraciones o visitar a víctimas de actos terroristas. Con esto, logró su objetivo y dejar atrás los escándalos.  

"Ha conseguido modernizar y hacer evolucionar la monarquía como ninguna otra", dijo su nieto, el príncipe Guillermo en un documental de 2012. 

 

La muerte de la reina, como su llegada al trono llega en un contexto difícil para la región. En medio de la guerra entre Rusia y Ucrania, que afecta los precios del gas, sumado a nuevos distanciamientos en la familia real, será tarea del futuro monarca Carlos III mantener la unidad de la monarquía y su papel en el Estado.   

Como decía la BBC, el mundo vivió enormes cambios en las últimas décadas y la reina Isabel representaba un componente de estabilidad para la población. Su ausencia es una metáfora de las fuertes transformaciones que se viven. 

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