El fin del mito: qué pasa si los gatos toman leche regularmente, según los expertos

Hay una creencia que dice que los gatos necesitan leche para mantenerse sanos y fuertes. Sin embargo, los expertos se encargaron de desmentir este mito popular, pese a que esta imagen ha sido difundida durante décadas en libros, películas y caricaturas.
Si bien es cierto que la leche tiene proteínas y grasas que son altamente nutritivas para todos los seres vivos -ya sean los humanos o los gatos-, no todos tienen las enzimas para poder metabolizar estas proteínas correctamente. Sin embargo, también está demostrado que la caseína que se desprende de la leche de vaca genera efectos calmantes en los gatos, lo cual pareciera reforzar el mito.

En el último año, Julia Henning, la doctora en comportamiento felino de la Universidad de Adelaida en Australia, aseguró que esta asociación no debe confundirse con la necesidad nutricional real de los felinos, ya que puede traer más complicaciones que ventajas. En este punto, la experta explicó que los gatitos recién nacidos necesitan beber la leche de la madre y es un alimento necesario para el resto de su vida.
Sin embargo, después del destete, los felinos —como todos los mamíferos— no deberían consumir lactosa ya que dejan de producir la enzima necesaria para descomponerlo. En otras palabras, los gatos adultos son intolerantes a este componente.
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La investigación de la universidad australiana indica que cuando un michi consume estos productos, el azúcar no digerido llega al colon, donde las bacterias intestinales lo fermentan, generando gases y ácidos. Este proceso provoca síntomas molestos como hinchazón, dolor abdominal, flatulencias y diarrea.

En casos más severos, pueden aparecer complicaciones como deshidratación y desnutrición debido a diarrea prolongada. Además, aunque poco frecuente, algunos gatos pueden desarrollar alergias específicas a componentes de los productos lácteos.
Cómo reemplazar la leche en la dieta de los gatos
Para aquellos que les dan leche a sus gatitos para cumplir un capricho ocasional, los veterinarios expertos en salud gatuna recomiendan optar por leche deslactosada o fórmulas diseñadas específicamente para felinos. Sin embargo, es preferible ofrecerle otro tipo de alimentos, ya que no ofrecen beneficios nutricionales significativos.

Además, los veterinarios sugieren otros reemplazos:
- Caldo casero: un poco de caldo de pollo o carne natural, sin cebolla, ajo ni sal, puede ser una opción ocasional que además los hidrata. Ideal para estimular el apetito o mezclar con alimento seco.
- Comida húmeda o patés: estos alimentos ya contienen un alto porcentaje de agua y nutrientes, y muchos gatos los disfrutan tanto o más que un vaso de leche.
Cabe recordar que los gatos tampoco pueden consumir derivados como la leche de almendras, de soja o avena, o yogurt e incluso queso, ya que puede ser perjudicial para su salud, debido a que pueden generarles trastornos digestivos.