Consejos para hacer feliz al mejor amigo del hombre: las zonas ideales para acariciar a un perro, según expertos

Antes de decidir dónde acariciar a un perro, es importante hacer foco en su lenguaje corporal, ya que cada animal tiene sus propias preferencias, relacionadas con su vivencia, personalidad y edad.
Tips para acariciar a un perro de la mejor manera.
Tips para acariciar a un perro de la mejor manera. Foto: Freepik.

Los perros no son solo mascotas, sino compañeros leales que brindan afecto incondicional. Sin embargo, no todas las caricias resultan igual de agradables para ellos; según expertos en comportamiento canino, elegir correctamente el lugar donde se acaricia puede marcar la diferencia entre un gesto común y una experiencia placentera para el animal.

Los especialistas destacan que observar las reacciones del perro ante distintos tipos de contacto permite identificar sus preferencias y asegurar que la interacción sea agradable y respetuosa, fortaleciendo así la relación de confianza y afecto mutuo.

Tips para acariciar a un perro de la mejor manera. Foto: Freepik.

Así, antes de decidir dónde acariciar a un perro, es importante hacer foco en su lenguaje corporal. Cada animal tiene sus propias preferencias, relacionadas con su personalidad, su edad y sus vivencias anteriores.

Observar la postura, la suavidad del cuerpo y el movimiento de la cola puede anticipar si el perro está relajado y abierto a la interacción: si el animal presenta las orejas hacia atrás o mantiene el cuerpo rígido, lo mejor es respetar su espacio sin intentar acercamientos.

Las zonas exactas en las que acariciar a un perro para mayor placer del animal

A la mayoría de los perros les encantan las caricias detrás de las orejas o en la coronilla, siempre y cuando se inicie el contacto de forma suave y sin movimientos bruscos. Algunas zonas, como el cuello y la parte de debajo de la garganta, suelen ser dos de los puntos favoritos.

El mejor lugar para acariciar a un perro. Foto: Freepik.

Acariciar estas áreas no solo contribuye al bienestar del perro, sino que también estimula las vías nerviosas relacionadas con la relajación. Por ejemplo, realizar movimientos suaves y circulares en el cuello refuerza el vínculo con el cuidador y transmite sensaciones de cuidado y protección.

La zona del abdomen, en cambio, requiere un enfoque más cauteloso: aunque algunos perros muestran confianza al exponer esta área, no todos disfrutan del contacto allí. Los especialistas sugieren acercarse lentamente y prestar atención a las reacciones del animal, comenzando, por ejemplo, con caricias en los costados para ganar su confianza antes de tocar la zona abdominal.