Los gatos también pueden sufrir demencia: síntomas, causas y su posible relación con el hipertiroidismo

El deterioro cognitivo no es exclusivo de los seres humanos: los gatos también pueden experimentar una pérdida progresiva de funciones cerebrales a medida que envejecen. Esta condición, conocida como disfunción cognitiva felina, se manifiesta comúnmente en gatos mayores, generalmente a partir de los 10 o 15 años, aunque puede aparecer en edades más avanzadas.
Según la red estadounidense de cuidado de mascotas, Purina US, este trastorno se debe a cambios neurodegenerativos en el cerebro provocados por el envejecimiento natural.

¿Cómo saber si mi gato sufre de demencia?
Los síntomas más comunes de esta condición incluyen desorientación, alteraciones en los patrones de sueño, cambios en el apetito, problemas con el uso del arenero, maullidos excesivos y una notable disminución del interés en el juego o en la interacción con sus tutores.
Estos signos pueden confundirse con comportamientos típicos del envejecimiento, pero si aparecen de manera persistente o empeoran con el tiempo, podrían ser indicativos de un deterioro cognitivo más severo.
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Un aspecto importante que se ha observado en estudios recientes es la posible relación entre este tipo de demencia felina y otras enfermedades crónicas que afectan a los gatos mayores, como el hipertiroidismo.
Esta patología, caracterizada por una producción excesiva de hormonas tiroideas, puede alterar múltiples funciones del organismo, incluyendo el sistema nervioso. Algunos especialistas señalan que el hipertiroidismo podría intensificar los síntomas de deterioro cognitivo o incluso contribuir a su aparición debido a los efectos del desequilibrio hormonal sobre el cerebro.
Además, enfermedades como la insuficiencia renal, la hipertensión arterial y la diabetes también pueden provocar o agravar alteraciones neurológicas. Por eso, ante cualquier señal de deterioro mental en un gato mayor, es crucial realizar un diagnóstico veterinario completo que descarte otras patologías subyacentes.

El tratamiento del deterioro cognitivo felino se basa en mejorar la calidad de vida del animal. Esto incluye ajustes en la rutina, estimulación mental, una dieta específica y, en algunos casos, el uso de suplementos o medicamentos. Detectar estos cambios a tiempo y entender su posible relación con otras enfermedades es clave para ofrecer un envejecimiento saludable y digno a nuestros compañeros felinos.