Mantener el jardín en condiciones: cuáles son los árboles que se deben podar en primavera

La poda no solo favorece el desarrollo de nuevos brotes, sino que también evita el crecimiento descontrolado, que puede comprometer la capacidad del árbol para dar frutos de calidad.
Podar un árbol.
Podar un árbol. Foto: Freepik

La primavera trae consigo el crecimiento acelerado de las plantas de nuestro jardín. Entre los beneficiados por esta estación están los árboles frutales, que deben ser podados correctamente para mantener su estructura y mejorar su producción.

Es que la poda no solo favorece el desarrollo de nuevos brotes, sino que también evita el crecimiento descontrolado, que puede comprometer la capacidad del árbol para dar frutos de calidad.

Podar un árbol. Foto: Freepik

Cabe señalar que no todos los árboles requieren el mismo tratamiento, por lo que es de suma importancia conocer cuáles especies frutales necesitan poda en primavera.

Cuáles son los árboles frutales que se tienen que podar en primavera

Entre los árboles que se benefician de la poda en primavera, se destacan los manzanos y perales, a los cuales se les deben eliminar las ramas muertas o enfermas para mejorar la circulación del aire y favorecer una mayor exposición a la luz solar.

En esa línea, los manzanos deben podarse antes de que los brotes comiencen a hincharse, mientras que a los perales hay que retirarles las ramas que se cruzan y dificultan su desarrollo equilibrado.

Otro árbol favorecido en primavera es el ciruelo. Sin una poda adecuada, pueden crecer en exceso y generar ramas débiles. De esta manera, se busca mejorar la distribución de energía en el árbol y a concentrar la fuerza en los frutos.

Podar un árbol. Foto: Freepik

En tanto, los cerezos también necesitan una poda estratégica: las ramas débiles o afectadas por enfermedades deben eliminarse para evitar la propagación de plagas y garantizar que el árbol posea una buena floración.

Cómo podar un árbol de manera efectiva

Para evitar errores que dañen al árbol, es fundamental usar herramientas limpias y bien afiladas, lo que minimiza la aparición de infecciones.

Demás, es necesario identificar las ramas que deben eliminarse: primero retirar las secas o enfermas, y luego aquellas que obstruyen su crecimiento natural.

En cuanto a los tipos de cortes, realizarlos en ángulo facilita la cicatrización y previene la acumulación de humedad en la herida, evitando posibles enfermedades.