Renaper emitió miles de pasaportes con fallas y piden a los argentinos devolverlos: cómo identificarlos

Una serie de irregularidades en la confección de pasaportes emitidos por el Registro Nacional de las Personas (Renaper) está generando un fuerte revuelo en distintos consulados argentinos y la devolución de miles de estos documentos nacionales en todo el mundo.
El Gobierno atribuye la falla a la empresa que provee la tinta de seguridad utilizada en la impresión de los documentos.
La magnitud del error
De acuerdo con un pedido de informes presentado por el diputado Esteban Paulón al director nacional del Renaper, Pablo Luis Santos, serían al menos 60.000 los pasaportes defectuosos. Sin embargo, fuentes extraoficiales sostienen que la cifra real podría superar los 200.000.

La situación complica a ciudadanos que ya tenían viajes programados, ya sea por turismo, trabajo o incluso urgencias familiares. Además, representa un golpe a la reputación internacional del pasaporte argentino, considerado hasta ahora como uno de los más seguros y con mayor prestigio.
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El pasaporte argentino permite el ingreso sin visa a numerosos países. Incluso, recientemente se había avanzado en las negociaciones con Estados Unidos para reincorporar al país al Programa Visa Waiver. Pero este tipo de fallas podría afectar directamente ese proceso.
El comunicado oficial a los ciudadanos
“Lamentablemente, le informamos que recientemente el RENAPER ha comunicado un hallazgo detectado en relación a tintas de impresión de Documentos de Viaje y que compromete la seguridad de los mencionados documentos de viaje. Las libretas de pasaportes argentinos pertenecientes a la serie AAL entre sus numeraciones AAL314778 hasta AAL346228, AAL400000 hasta AAL607599 y AAL616000 al AAL620088, pueden verse aleatoriamente comprometidas. Dentro de esta secuencia se encuentra su pasaporte”, dice uno de los correos electrónicos enviados a los afectados.

La falla técnica y el proveedor alemán
Fuentes oficiales confirmaron que la causa fue “una tinta negra de seguridad suministrada por un proveedor alemán, quien ha sido el proveedor exclusivo de las máquinas durante los últimos 12 años”.
Se trata de una falla que “no se presenta en la totalidad de las impresiones” y que es “invisible al ojo humano y solo detectable por equipos de lectura en puestos migratorios”. El inconveniente hace que los pasaportes no puedan ser leídos por los scanners de los aeropuertos.
Aunque desde el Gobierno aseguran que el problema está resuelto y que la producción volvió a la normalidad, hay personas que recién retiran sus pasaportes y, casi de inmediato, reciben un email que los obliga a devolverlos.

Algunos ciudadanos reportaron que los nuevos pasaportes “son mucho más finitos y frágiles que los anteriores, con los bordes mal cortados y con manchas amarillas en la numeración perforada”.
También hubo reclamos por el precio, ya que el documento argentino resulta más caro que en otros países: entre $70.000 (regular) y $250.000 (al instante).
Por su parte, a los ciudadanos que tienen que viajar de forma urgente, el Gobierno les ofrece tramitar un pasaporte de emergencia sin costo. Luego podrán gestionar un pasaporte ordinario.
Los consulados argentinos en el exterior ya venían enfrentando complicaciones. En China, por ejemplo, se denunciaron irregularidades con gestores que cobran dinero a cambio de adelantar turnos. Esta nueva crisis, sumada a restricciones presupuestarias y a la reticencia de algunos funcionarios a reportar problemas, terminó de agravar el panorama.