Gibánica, la esponjosa tarta serbia de queso que es muy fácil de preparar y conquista paladares

Con ingredientes simples y un resultado que combina suavidad y sabor, esta receta es perfecta para acompañar una juntada.
Una tarta diferente
Una tarta diferente Foto: restaurantecasaarteta

Para quienes buscan renovar su stock de receta, la tarta Gibánica es uno de esos platos que conquistan desde el primer bocado. Nació en Serbia y se volvió muy popular en toda la región de los Balcanes, se caracteriza por su textura ligera y su relleno suave a base de queso, huevos y masa filo. Su sabor crujiente y esponjoso enloquece a más de uno.

Con ingredientes simples y un resultado que combina suavidad y sabor, esta receta es perfecta para acompañar un almuerzo familiar o compartir en una mesa de fin de semana.

Aunque la Gibánica más frecuente es la elaborada con queso fresco, otras variedades pueden hacerse con espinaca, carne o patata y cebolla.

Original de Serbia, su textura de sabores la vuelve irresistible Foto: mybalkankitchen

Paso a paso, cómo hacer una Gibánica

Ingredientes

  • 500 gramos de masa filo
  • 400 gramos de queso fresco (puede ser un mix de ricota y queso cremoso)
  • 3 huevos grandes
  • 200 ml de yogur natural
  • 100 ml de aceite de girasol o manteca derretida
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 pizca de pimienta negra (opcional)

Paso a paso

  1. Si querés hacer la masa filo casera, mezclá la harina con la sal, el agua y el aceite hasta obtener una masa suave
  2. Amasá unos 10 minutos, dividila en porciones y estirá cada una con un palo de amasar hasta que queden hojas finísimas
  3. Colocá un paño húmedo sobre las hojas para que no se sequen mientras preparás la gibánica.
  4. Precalentá el horno a 180 grados y prepará una fuente para horno de unos 25x35 centímetros, enmantecada o con papel manteca
  5. Batí los huevos en un bol grande y mezclá con el yogur, el aceite, la sal y la pimienta hasta que quede todo homogéneo
  6. Después desmenuzá el queso fresco y mezclalo suavemente con la preparación de huevos y yogur.
  7. Tomá la primera hoja de masa filo (casera o comprada) y colocalá en la fuente, dejando que sobresalga un poco por los bordes
  8. Pincelá con un poco de aceite o manteca derretida. Luego alterná capas de masa y relleno: una capa de masa, un poco de la mezcla de queso, otra capa de masa y así hasta terminar con todo el relleno
  9. La última capa debe ser de masa, y los bordes que sobresalen doblalos hacia adentro, pincelando nuevamente con aceite o manteca
  10. Hacer unos cortes superficiales en la superficie para que al hornearse no se infle demasiado
  11. Llevá la fuente al horno durante unos 35-40 minutos, hasta que la superficie esté dorada y crujiente
  12. Sacala del horno y dejala reposar unos 10 minutos antes de cortarla para servirla
  13. Cortá en porciones rectangulares o cuadradas y serví tibia, sola o acompañada