Ciberdelincuentes al acecho: cada vez más argentinos sufren estafas virtuales

Un ciberataque es cualquier intento de obtener acceso no autorizado a un sistema de computación, red o dispositivo con la intención de robar datos, interrumpir operaciones o realizar otras actividades maliciosas.
Los ciberataques pueden ser llevados a cabo por individuos, grupos organizados o estados-nación con diferentes motivaciones, como el lucro económico, el espionaje o el activismo.
Según un estudio realizado, en 2022 un 9% de los argentinos habían sufrido una estafa virtual. Esta cifra escaló hasta el 31% en 2024, por lo que muestra el aumento de estos delitos.

Ciberdelito. Foto: Unsplash.
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Se trata de un problema significativo en una actualidad marcada por la creciente digitalización, que incrementó la dependencia de las personas a la tecnología. Esta situación crea una extensa y variada superficie de ataque, ya que la proliferación de dispositivos conectados añade múltiples puntos de entrada potenciales para los ciberdelincuentes.
Desde el punto de vista económico, los ciberataques tienen un impacto severo. Las pérdidas financieras directas pueden ser considerables debido a fraudes, robos y extorsiones, como es el caso del ransomware.
Los distintos tipos de ciberataques existentes
La comprensión de los diferentes tipos de ciberataques y sus mecanismos de propagación es esencial para implementar estrategias efectivas de ciberseguridad y minimizar el riesgo de infecciones que puedan comprometer la integridad y seguridad de los sistemas de información.
- Malware: es cualquier tipo de software diseñado específicamente para infiltrarse en, dañar o causar un comportamiento no deseado en un sistema de computación sin el consentimiento del usuario. El objetivo del malware puede variar, desde robar información confidencial y espiar las actividades del usuario, hasta tomar el control del sistema o dañar los datos almacenados.
- Phishing: los atacantes intentan engañar a las víctimas para que revelen información personal y confidencial, como nombres de usuario, contraseñas, números de tarjetas de crédito y otros datos sensibles. Los atacantes suelen hacerse pasar por entidades legítimas y confiables, como bancos, servicios en línea, o incluso compañeros de trabajo, para ganarse la confianza de las víctimas.

Los hackers tienen técnicas cada vez más innovadoras. Foto: Unsplash.
5 consejos para evitar las estafas virtuales
Con los avances tecnológicos y las nuevas técnicas empleadas por los ciberdelincuentes es muy fácil ser víctima de un hackeo. Con estos trucos podrás prevenirlo:
- No entrar a la cuenta bancaria desde Google, es mejor aprender la dirección/URL y tipearla en la barra de direcciones de tu navegador o desde la app oficial.
- No compartir información personal o financiera por teléfono, email, redes sociales o WhatsApp, ya que los bancos nunca solicitan estos datos a los clientes.
- No entrar en enlaces sospechosos ni descargar archivos de correos electrónicos y mensajes de redes sociales.
- Descargar apps solo desde las tiendas oficiales, como la App Store o Google Play.
- Cambiar periódicamente las contraseñas de tu homebanking.