En la capital de Hungría se encuentra este alojamiento de 1896 que sufrió en sus propias paredes los embates de la Segunda Guerra Mundial. Hoy, restaurado por la cadena Corinthia, recuperó su riqueza y esplendor. Cuánto cuesta.
Wes Anderson es uno de los directores favoritos del público cinéfilo argentino, especialmente porque en sus largometrajes combina historias simpáticas con mensaje, y una ambientación muy cuidada y colorida. Uno de sus grandes éxitos fue El Gran Hotel Budapest, de 2014 y ganador de cuatro premios Oscar (se puede ver en Disney+).
La trama presenta al antiguo botones del lugar que le cuenta a un periodista alojado allí la historia del gerente y los huéspedes en los agitados tiempos de guerra. Si bien se basa en la autobiografía de Stefan Zweig, El mundo de ayer, tiene muchos puntos en común con la trama del largometraje, partiendo del hecho de que el famoso hotel existe y su trayectoria tiene puntos en común con la ficción de Anderson.
El originariamente denominado Gran Hotel Royal es hoy el Corinthia Budapest y pertenece a una importante cadena europea de lujo. Está en la avenida principal de Pest, al Este de la capital de Hungría, en Erzsébet Körút 43-49. El edificio es magnífico, amplio, señorial y recuperó su belleza original después de una cuidada restauración. Fue inaugurado originalmente en 1896 y en la actualidad se unieron los tres edificios que lo componen con un imaginativo y altísimo techo de hierro y vidrio que le da luz natural durante todo el día. De esta manera se parece, de frente, al afiche de la película, aunque sin las montañas detrás.
Te puede interesar:
Derrumbe del Hotel Dubrovnik: cómo sigue la causa a un mes del trágico hecho en Villa Gesell
El acceso es por un impresionante hall con pisos de mármol que lleva a una escalera central con un barandal coronado por estatuas que portan lámparas. Los escalones están cubiertos por una gruesa alfombra. A partir de allí se ingresa a la recepción y al amplio Atrium: una especie de patio iluminado con luz natural donde están las mesas del desayuno (allí también se puede almorzar y cenar). Luego los ascensores y directo a los cuartos, que son austeros pero muy grandes y cómodos. También hay suites y, en uno de los edificios, las residences, departamentos para largas estadías que se agregaron durante la remodelación y están separados del edificio principal por un jardín muy coqueto.
En los cuartos hay TV de LCD HD, mini bar y elementos para preparar té o café. Pero lo mejor (además de las camas extra grandes) son las batas gruesas y las pantuflas que dejan a disposición de los huéspedes para que usen cuando bajan al subsuelo, donde está la espectacular pileta de agua termal. Es que en Budapest (como se cuenta en la película) el termalismo fue descubierto por los romanos y desde entonces se disfruta de este tipo de baños en muchos sitios.
La piscina del Corinthia tiene 1.000 m2 y 15 de extensión, está rodeada de hidromasajes y contigua al Royal Spa. Allí se brindan zonas de relajación, saunas, baño de vapor y donde se ofrecen tratamientos faciales y corporales, así como masajes. Este spa se remonta al apogeo del art déco en 1886 y desde entonces ha sido cuidadosamente restaurado para recuperar su esplendor original. El aspecto de lujo y riqueza que emana es impresionante.
Te puede interesar:
Tragedia en Villa Gesell: falleció la única sobreviviente el derrumbe del Hotel Dubrovnik
La historia del hotel está reflejada en un sector de la planta baja, donde hay fotos de las fiestas épicas que se hacían en su gran salón de baile, que en la actualidad brilla en todo su esplendor y donde preparan una gala de fin de año al estilo premios Oscar, con el nombre de The Golden Statue Gala. El cubierto tiene un valor de 250 euros por persona. La experiencia opulenta y muy bien surtida, y ese salón decorado con oro, seguramente valdrán la pena.
En otros tiempos el conserje mayor del equipo del hotel hacía una visita guiada en la que contaba toda la historia que albergaron esas padres. Entre otras cosas, la zona en la que está la construcción, durante la Segunda Guerra Mundial fue ocupada por los nazis y el hotel convertido en su cuartel general (como pasa en el largometraje de Anderson). Después de que el ejército soviético tomara la ciudad, el 80 % de los edificios de Budapest fueron destruidos o dañados, incluyendo el Castillo de Buda y el edificio del Parlamento húngaro, además de los cinco puentes sobre el Danubio. El Royal también quedó muy dañado e incluso perdió el techo debido al incendio provocado por un bombardeo. Eso hizo que estuviera cerrado durante muchos años. Era una experiencia hermosa y enriquecedora, relatada en inglés, que lograba transportar a otras épocas.
En la actualidad se puede visitar esa galería de fotos o disfrutar de todas las opciones de alimentos que ofrece este magnífico hotel. El desayuno es soberbio, se sirve en el Atrium, en mesas con manteles blancos y vajilla con filete dorado. Para comer y tomar hay de todo, desde huevos fritos perfectamente redondos a champagne, pasando por la patisserie más hojaldrada y dulces caseros.
Los almuerzos y cenas, pensados por el premiado chef Marvin Gauci, completan un viaje gastronómico inigualable en su elegante Brasserie. También están Le Bar para tomar una copa después de la cena; la puerta secreta en Caviar & Bull, que ofrece un viaje culinario diferente; el Orfeum (al cual también se accede desde la calle) que ofrece un espectáculo de revista y banda de swing para disfrutar de una experiencia diferente (y algo decadente al estilo vieja Europa).
Además de visitar (o alojarse) en este establecimiento de lujo, recomendamos salir a caminar por la preciosa Budapest. Allí las estatuas y esculturas aparecen en los lugares más inusitados, la vida nocturna joven es una constante, y los vestigios de la época medieval y la opulencia de los emperadores bordean al Danubio, que no es azul sino verde.
1
La Mar del Plata que no fue: el pueblo costero a 4 horas de CABA donde el mar y la naturaleza se fusionan
2
El pueblo colonial escondido de Buenos Aires que es perfecto para disfrutar de un fin de semana en paz
3
Rompiendo la tradición: 5 confiterías modernas de CABA que preparan los sándwiches de miga más originales
4
Dónde queda "la Marsella argentina", el rincón europeo de nuestro país que se destaca por su arquitectura medieval
5
Ni Cancún ni Río: la playa de Latinoamérica que visitaba Al Capone y fue elegida como la segunda más linda del mundo