¿Ser hijo único o crecer con hermanos?: el reciente hallazgo que podría cambiar las creencias

El debate sobre si es mejor tener hermanos o crecer como hijo único fue tema de conversación durante muchos años. Aunque muchas familias todavía se aferran a creencias tradicionales que vinculan ser hijo único con características como el egoísmo, la malcriadez, los celos, el capricho o el autoritarismo, una reciente investigación ofrece una visión más moderna y, de cierta forma, reveladora.
Con resultados que combinan análisis cerebrales y comportamientos psicológicos, la ciencia muestra un nuevo camino sobre la estructura familiar y la salud mental.
Cómo afecta ser hijo único, según un estudio
Un hallazgo publicado en la revista Nature Human Behavior generó sorpresa al informar que los hijos únicos tienden a tener mejor salud mental que las personas que crecieron con hermanos. Según el estudio, los hijos únicos reportaron mayor satisfacción personal, menos dependencia y más autocontrol.

Tienen mayor autoestima e independencia que aquellos que sí tienen hermanos. Foto: Unsplash.
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Los expertos también hallaron que los hijos únicos tienen mayor apertura mental, creatividad y más capacidad para memorizar, algo que podría estar vinculado a que reciben más atención de sus padres, favoreciendo tanto su bienestar emocional como sus habilidades cognitivas.
A diferencia de las viejas creencias, que los hijos únicos se vuelven más egoístas y problemáticos, los resultados del estudio apuntaron a un camino totalmente distinto: una ventaja significativa en varias áreas importantes del desarrollo personal.
Qué dice la ciencia sobre el cerebro y la infancia
El estudio realizó análisis en más de 7 mil adultos jóvenes mediante resonancias magnéticas, evaluaciones de su conducta y cuestionarios sobre su infancia. Los resultados dieron diferencias estructurales en los cerebros de las personas que no tenían hermanos, especialmente en la materia gris y blanca, zonas asociadas al razonamiento, la memoria y el procesamiento de la información.

Las diferencias de crecer con hermanos y ser hijo único. Foto: Unsplash.
Los resultados del estudio confirman que crecer siendo hijo único no solo no es perjudicial, sino que puede tener efectos positivos en áreas como el lenguaje, la estabilidad emocional y el desarrollo social.
Según los autores del análisis, la clave está en una combinación de factores, como por ejemplo mayores recursos disponibles por parte de los padres, una atención más personalizada y un lugar con mayor espacio para el desarrollo individual.
Estos factores "pueden sentar las bases para una mayor madurez, bienestar psicológico y competencias intelectuales destacadas", explicaron los expertos.