Misterio revelado: ¿por qué a los niños no les gusta comer frutas y verduras?

Actualmente, llevar adelante una alimentación saludable puede ser todo un desafío. En los supermercados hay una enorme variedad de productos ultraprocesados, donde abundan los azúcares, por lo que incorporar en la rutina alimenticia de los más pequeños frutas, verduras y proteínas puede ser realmente complicado.
La revista científica Frontiers in Psychology compartió un estudio realizado por la Facultad de Psicología de la Universidad de Aston y la Facultad de Psicología de la Universidad de Birmingham, del Reino Unido, donde analizaron las expresiones faciales al momento de comer.

La expresión facial determina la aceptación. Foto: Unsplash
"El disfrute de la comida se puede transmitir a través de expresiones faciales. Se ha descubierto que observar el disfrute de la comida por parte de los demás influye en el deseo de los adultos por la comida que les gusta y no les gusta", indicaron los expertos.
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Una expresión facial determina la aceptación
Los investigadores eligieron al azar mujeres adultas jóvenes para que vean un video de adultos desconocidos comiendo brócoli crudo con una expresión facial positiva, negativa o neutra. Luego, observaron cómo reaccionaban ante la situación y cómo influía en su elección posterior.

Los niños imitan a los padres. Foto: Unsplash
Las personas que observaron los videos que mostraban expresiones faciales negativas experimentaron una disminución notable en su aprecio por las verduras.
Los resultados fueron algo contradictorios: las expresiones faciales negativas lograron disminuir el gusto por las verduras, pero las expresiones positivas no lograron incrementarlo.

Las expresiones positivas no lograron incrementar el consumo de verduras. Foto: Unsplash
Si bien el enfoque de este estudio se concentró en la respuesta de los adultos, estos descubrimientos podrían ser aplicables a los niños. "Por ejemplo, si un niño ve que sus padres muestran disgusto mientras comen verduras, esto podría tener consecuencias negativas en su aceptación", explicó Katie Edwards, de la Facultad de Psicología de la Universidad de Aston, autora principal del estudio.