Rebrote de acné: ¿por qué esta enfermedad persiste en la adultez y cómo evitarla?

El acné es un trastorno de la piel que es muy común en la adolescencia. Sin embargo, lo que muchos no saben es que estas protuberancias afectan a personas de todas las edades y pueden aparecer en cualquier etapa de la vida.
Los granos y erupciones, provocados por esta enfermedad de la piel, se forman cuando los folículos pilosos se tapan con grasa y células cutáneas muertas.
Este trastorno dermatológico suele dejar grandes cicatrices en la piel que pueden tardar años en sanar, lo que puede afectar el autoestima de las personas y traer daños emocionales.

Acné, granos, piel. Foto: Unsplash
Los especialistas de Mayo Clinic aseguran que el acné puede rebrotar en personas que tienen 40 años y también en adultos que nunca en su vida sufrieron la enfermedad, ya que existen diferentes motivos por los que se puede desarrollar:
Factores hormonales
Durante la adolescencia el cuerpo sufre numerosas transformaciones, ya que el cuerpo cambia para pasar a la vida adulta. Muchas mujeres pasan por trastornos hormonales durante toda su vida, por el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia y pueden tener un rebrote.
Los cambios hormonales provocan que la piel expulse sebo en exceso y se tapan los poros, encapsulando bacterias que pueden propiciar la aparición de granos y la inflamación de la piel.

Acné, granos, piel. Foto: Unsplash
Genética
Los genes son un factor importante en el acné, ya que esta enfermedad de la piel es hereditaria.
Si hay antecedentes familiares de este trastorno dermatológico, las posibilidades de experimentar hinchazón, rojeces y granos en la adultez aumentan.
Estrés y alimentación poco saludable
Dormir poco, alimentarse con comida chatarra, fumar y sufrir estrés influye en el acné, ya que estos estímulos provocan que la piel se inflame, se brote y aparezcan las cicatrices.

Acné, granos, piel. Foto: X
La comida que más agravada el acné son las que tienen exceso en carbohidratos, como el pan, los bagels y las papas fritas, por lo que es recomendable optar por alimentos ricos en colágeno que ayuden a restablecer la barrera protectora de la piel.
La mejor forma de prevenir el rebrote es realizar un tratamiento con ayuda de un profesional médico, aprender a controlar el estrés y tener una dieta saludable.