El Gobierno aplicó otra suba parcial de los impuestos al combustible: el impacto en el precio de la nafta y el gasoil
La medida se oficializó este miércoles a través del decreto 929/2025, publicado en el Boletín Oficial. La misma comenzará a regir a partir de este jueves 1 de enero en todas las estaciones de servicio del país. Los nuevos valores dentro de la nota.
El Gobierno de la Nación volvió a aplicar una suba parcial en el Impuesto al Combustible Líquido (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC), que impacta en el precio del litro de nafta y gasoil, y comienza a regir a partir de este jueves 1 de enero de 2026.
El litro de nafta súper aumentará $17,29 sobre los valores vigentes y el gasoil $14,39 tras la aplicación parcial del alza en el ICL. Por su parte, el ajuste sobre al IDC generará un incremento de $1,059 por litro en la nafta y de $1,640 por litro en el gasoil.
“Con el propósito de continuar estimulando el crecimiento de la economía a través de un sendero fiscal sostenible, resulta necesario, para los productos en cuestión, diferir parcialmente los incrementos remanentes originados en las referidas actualizaciones”, indicó el decreto.
En el caso del gasoil, además de la actualización por general por ICL e IDC, también habrá un monto fijo adicional de $7,792 por litro para las zonas alcanzadas por el régimen patagónico.
La medida mencionó la determinación de esa suma extra de ICL en el área conformada por las provincias de: Chubut, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, el partido de Patagones de la provincia de Buenos Aires y el departamento de Malargüe de la provincia de Mendoza.
El aumento de los combustibles superó a la inflación acumulada de 2025
En 2025, los precios de la nafta y el gasoil registraron subas que, en términos acumulados, quedaron por encima de la inflación general.
Según datos del sector, mientras el Índice de Precios al Consumidor (IPC) avanzó a un ritmo más moderado en el año, los combustibles continuaron ajustándose mes a mes impulsados por una combinación de factores impositivos, costos internacionales y decisiones de política energética.
Uno de los principales motivos detrás de esta dinámica es la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y del Impuesto al Dióxido de Carbono, que el Gobierno fue aplicando de manera escalonada.
También, se sumó la evolución del precio internacional del petróleo, que si bien tuvo momentos de estabilidad, se mantuvo en niveles elevados en comparación con históricos promedios.
Por último, otro factor clave fue el reordenamiento de los precios relativos. En línea con su estrategia económica, el Gobierno buscó reducir distorsiones y subsidios implícitos, permitiendo que los combustibles acompañen más de cerca sus costos reales de comercialización, producción y refinación, incluso por encima del ritmo de la inflación general.