El video comprometedor entre Brancatelli y su amante, Luciana Elbusto: "No puedo mirar"

Luciana Elbusto decidió blanquear su relación con Diego Brancatelli, confesando que fueron amantes durante al menos cinco años. “Los tres decidimos negar todo. Hablamos por teléfono, pero ya no sabía cómo sostenerlo”, reconoció la periodista.
Tanto Brancatelli como su esposa, Cecilia Insinga optaron por el silencio para cuidar a sus hijos, pero el escándalo continúa y es tendencia hace varios días en redes sociales.
El polémico video
En las últimas horas, trascendió un video del día que se conocieron los periodistas en televisión cuando Luciana acudió como invitada al programa Desayuno Americano.
En la imagen se puede ver a Brancatelli dándole una vueltita a Luciana y mirándola de arriba abajo. “No puedo mirar”, dijo, pero hizo todo lo contrario.
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Según informaron en Puro Show, hicieron un peritaje al teléfono celular de Luciana Elbusto. Se trata de un software que se llama Centenial, creado por el Mossad en Israel con el fin de buscar mensajes sobre terrorismo. Esta pericia cuesta entre 13 mil y 18 mil dólares y logra recuperar todos los chats.

El descargo de Luciana Elbusto
“No tengo nada que ocultar. Siempre fui transparente y esta no va a ser la excepción”, comenzó a decir en su relato. Tras hablar de su tipo de relación con Brancatelli, contó que todo empezó en un ámbito natural de trabajo. “Empezó como un gran compañerismo laboral, de esos que no se dan todos los días”, agregó.
Luego, en otra parte del relato contó que la conexión laboral entre ambos fue inmediata, pero con el paso de los días se fue haciendo más íntima. “Cuando pasás tantas horas al aire, o produciendo, es inevitable conocerse más allá de lo que se ve. Con Diego compartimos valores, miradas sobre muchas cosas, y eso te va acercando”, añadió la periodista.
“No me molesta que se hable, pero me interesa que se diga la verdad. No somos una pareja escondida ni estamos jugando a las escondidas con nadie. Lo que pasa entre nosotros es natural, maduro y desde un lugar de respeto”, agregó. “Se dijeron muchas cosas, y me sentí muy juzgada. Mi postura en todo esto fue la del silencio, pero como trabajo de esto me pareció que era momento de responder”, ahondó Luciana.