Supervielle despide el año

El uruguayo Luciano Supervielle regresa a Buenos Aires para presentarse el viernes 14 de diciembre para el cierre de la gira Rêverie en Niceto. Luego del show, noche de fiesta con el Bajofondo Remixed.

Por Canal26

Jueves 20 de Octubre de 2011 - 00:00

Luciano Supervielle regresa a Buenos Aires. El próximo 14 de diciembre es el dia elegido para el cierre de la GIRA RÊVERIE donde Luciano Superville esta presentando su ultimo disco "Rêverie", gira que dió inicio en Junio del presente año en La Trastienda de Montevideo (Uruguay) para culminar en Niceto Club (Buenos Aires). Luego del show, noche de fiesta con el bajofondo remixed.

Cuando se trata de música, ¿qué es real y qué es imaginario? ¿Qué es Rêverie? ¿Un álbum de estudio que suena en vivo, o un concierto que suena como disco de estudio? Hacerse estas preguntas es como tratar de descubrir el lugar exacto en el que el Río de la Plata se convierte en el Océano Atlántico. ¿A quién le importa eso? Lo mejor es, simplemente, disfrutar del río.


Los que pensaban que el segundo disco de Supervielle iba a sonar parecido a su brillante debut, tendrán que pensar de nuevo: en este disco no hay lugar para samples; lo que se escucha es la excitación pura de músicos tocando sus instrumentos, fluyendo en el vientre de ese sonido único y ecléctico que es más Bajofondo que tango. Si Piazzolla y el hip-hop eran la columna vertebral del primer disco, en éste lo es un artista joven dominando el arte de encontrar –y crear– belleza en ese lugar del que Franny Glass habla en “Adonde van los pájaros.” (La línea “Estamos perdidos entre la ciudad/y nuestra ansiedad”, así como esa oscuridad iluminada de todo el disco, lo pondrían orgulloso a Serge Gainsbourg.) Los otros pilares de Rêverie son las sutiles referencias impresionistas del piano de Supervielle y el sentido melódico y actitud rock-pop de Charly García (esa época gloriosa de fines de los ’70 hasta mediados de los ’80).


Además de “No soy un extraño”, el clásico de Charly, el otro puñado de covers están completamente reinventados. “Canción de muchacho”, que utiliza la voz original de un joven Eduardo Darnauchans, nos pone los pelos de punta al hacernos escuchar la voz de ese legendario uruguayo (una especie de Dylan/trovador medieval), con un sonido que nos lleva al vinilo pero también mira adelante y hace explotar la canción hasta convertirla en un viaje radicalmente nuevo; “Gritar”, un clásico del rock uruguayo, toma prestado al cantante original, Gabriel Peluffo (que popularizó la canción con Los Estómagos en 1985 y lidera a los muy populares e influyentes Buitres desde 1989), en una vibrante versión que trasciende décadas; “Índios”, el inolvidable himno de la mítica banda brasileña Legião Urbana, se acerca a la pista de baile sin perder la esencia del original, gracias a la ejecución perfecta de Luisa Pereira (una nueva cantante brasileña que vive en Uruguay) y la voz de Dado Villa-Lobos, el guitarrista original de Legião. La versión es el ejemplo más acabado de la asombrosa variedad estilística del disco.


Para mí, la canción-símbolo del disco es el breve y sublime “Un poco a lo Felisberto”. Felisberto Hernández (1902-1964), quizás el escritor fantástico uruguayo más influyente (y desconocido), se ganó la vida tocando el piano para cine mudo pero también dio conciertos con su propia música, antes de dedicarse de lleno a la literatura. García Márquez y Cortázar, entre otros, lo tienen como una inspiración.
“Creo que mi especialidad está en escribir lo que no sé, pues no creo que solamente se debe escribir lo que se sabe,” Hernández dijo una vez. “Me seduce cierto desorden que encuentro en la realidad y en los aspectos de su misterio. Y aquí se encuentran mi filosofía y mi arte.”


Montevideo no es Macondo, y Supervielle no está tratando de musicalizar al realismo mágico. Lo que hace en Rêverie es magia. Pero también es real.


Enrique Lopetegui

Luciano Supervielle regresa a Buenos Aires para presentarse el viernes 14 de diciembre para el cierre de la gira Rêverie en Niceto - Niceto Vega 5512 - CABA.