Úrsula Corberó dio detalles del fin de La casa de papel y la cuarentena con los Darín

La actriz española también conocida como Tokio, habló del éxito de la serie y como su papel la catapultó a Hollywood.

Por Canal26

Viernes 20 de Agosto de 2021 - 15:44

Úrsula Corberó, INSTAGRAMÚrsula Corberó, Instagram

Este año termina una de las series de Netflix más taquilleras de la historia: La casa de papel, y una de sus protagonistas, Úrsula Corberó, contó detalles de cómo su personaje de "Tokio" le cambió la vida.

 

La actriz de 32 años, nacida en San Pedro de Villamajor (un pueblo a una hora de Barcelona) y novia del Chino Darín, explicó cómo el papel impactó en su carrera: "Cuando me preguntan cómo ha sido despedirme de Tokio, en realidad sé que no lo he hecho porque no sólo me ha enseñado mucho en lo profesional sino también a nivel personal”.

 

En ese marco recordó que recién se dio cuenta del giro que había dado su vida cuando notó que empezaban a llamarla “Tokio” por la calle: “Era como que todo cambiaba de un día para el otro, e incluso, admito que sentí cierto miedo”, expresó. El gran desenlace de la serie se verá en dos partes: una a estrenarse el 3 de septiembre y la otra, el 3 de diciembre.

 

Con más de 21 millones de seguidores en Instagram, Corberó pasó gracias a la serie, de joven promesa a estrella internacional. De hecho, filmó para Hollywood escenas de la película de acción Snake Eyes.

 

“Fue salir de mi zona de confort, porque los últimos años los trabajé en mi país y en cada rodaje ya conocía a un montón de gente: de repente, me volví a sentir un poco como en el primer día de colegio”, reveló en una entrevista con Clarín. "He vivido experiencias de todo tipo. Resulta muy difícil ser consciente y objetiva cuando te ocurre algo así de grande. Era una sensación extraña, de que estaban sucediendo cosas que yo no podía controlar. Constantemente dudaba de si estaba haciendo bien esto, si estaba haciendo mal lo otro", expresó.

 

"Muy poco a poco vas digiriendo la situación y dándote cuenta de que lo que se te está ofreciendo es algo mu y bello, y de que esa sensación es la que prevalecerá. Al final, le gana a todo lo malo y a esas dudas que te atraviesan... Pero tarda. La gente es amorosa: un día, caminando por la calle, puede decirte algo que no esperabas y te toca el corazón. Eso va más allá de la ficción: el público empatiza con los personajes a otro nivel que tú misma, agregó.

 

Más adelante, habló sobre su estadía en Buenos Aires. El año pasado, Úrsula vino a la Argentina a visitar a su novio, el Chino Darín, por 10 días. Pero terminó viviendo cuatro meses en plena crisis sanitaria global.

 

"Amo Argentina, su gente, su todo... Lo loco es que, antes de la pandemia, ya había viajado muchas veces. Pero claro, al principio iba a disfrutar de mi anonimato. Y ahora me pasa todo lo contrario: ¡me reconocen! Es un país increíble y, al día de hoy, perdí la cuenta de las estadías que he tenido", indicó.

 

Asimismo explicó que "con la pandemia lo que ocurrió es que yo iba a estar diez días, para visitar al Chino, y me terminé quedando casi medio año. Estábamos en un impasse en el que nos mudábamos y no nos habían dado la casa, entonces tocó instalarnos en casa de los “suegris”. Fue bastante schockeante para todos, pero la verdad es que Ricardo (Darín) y Flor (Bas) me trataron como a una reina".

 

Sobre la convivencia con sus suegros declaró: "No se me ocurriría una mejor casa para pasar una cuarentena. Es un lugar divino. El aislamiento con cuatro personas se convierte un poco en una suerte de Gran Hermano, pero a la vez fue muy dinámico y divertido. Pasábamos todo el día jugando, intentando ocupar nuestra mente como podíamos. A veces, lo lográbamos. Otras, la verdad, no".

 

"Lo más duro fue ver cómo todo se pudría en España, y el estar lejos de mi familia me producía cierto malestar. En ese sentido, lo pasé un poco mal. Me preocupaba mucho estar tan lejos y que les pudiera pasar algo a mis familiares… Sufrí por no poder tenerlos cerca. A la cuarentena la viví, en cierta forma, como el éxito de la serie: son experiencias que no terminas de asimilar nunca", aseveró.

 

La pareja se conoció en España, cuando él desembarcó a fines de 2015 por cuestiones profesionales en ese país: “Con Úrsula nos entendemos con una mirada: es lo que pasa cuando te empezás a conocer cada vez más”, reveló el hijo de Ricardo Darín.

 

Sobre el final de la serie y el ambiente durante el rodaje dijo: "Despido a un personaje que encarné media década de mi vida. En lo personal, fue todo un drama: no voy a mentir. Los últimos días de rodaje estábamos todos muy tocados. Yo soy llorona de por sí, pero en esas dos semanas finales, ¡cómo lloré!... Teníamos que detener las escenas porque no podía parar de llorar. Soy de anticiparme a los acontecimientos: lo más natural habría sido atravesar el ‘luto’ después de que terminara el rodaje, pero me adelanté y para las últimas grabaciones estaba ya palpitando el fin del ciclo con lágrimas".

 

"Todos estábamos muy cansados. Y yo sabía que, a pesar de todo, esto se tenía que terminar. Sentía que en parte lo estábamos necesitando. Esta es una serie muy, muy demandante", confesó. "Es demandante en lo físico, debido a la acción. En especial esta última temporada, en la que se desata una verdadera guerra: es lo más bélico que rodamos y toda esa acción puede resultar muy laboriosa. Hubo una escena en particular que rodamos durante dos semanas", siguió.

 

"Hay algo que sucedió en todas las temporadas y es que, en un punto, pensaba: “Ya está”. Suponía que se había contado todo, que se había mostrado todo lo que había por mostrar. Pero, de pronto, llegaba el anuncio: una nueva temporada. Y no sé cómo es que lo hacen, ¡pero siempre consiguen superarse un poquito más! Esa capacidad, sumado a que sabíamos que sería la última oportunidad, hizo que echáramos toda la carne al asador, como dirían en Argentina", detalló.

 

"Leía los guiones y pensaba: “¡Esta gente está loca!”. Incluso a veces le preguntaba al director principal de la serie, Jesús Colmenar, cómo íbamos a rodar todo lo que tenía en mente porque lo veía imposible de hacer. Y él me admitía: “No tengo ni puta idea de cómo, pero debemos hacerlo”. Creo que es lo bonito de la serie, y es lo que ha hecho que no me desmotivara ni por un segundo, por más que haya estado los últimos cinco años de mi vida rodando escenas. Todo tiene que ver con ese elemento de que siempre hay un reto nuevo", sentenció.

 

La flamante promesa española de Hollywood, desembarcará en el mercado estadounidense a través de Snake Eyes, dirigida por Robert Schwentke. En la producción, Úrsula interpreta a “La Baronesa”, villana de la asociación terrorista Cobra: “Cuando surgió la oportunidad de participar, me pasó que mucho inglés no hablaba -revela-. Mi nivel era bastante básico, por decirlo de forma sutil. Pero aunque tengo mis defectos, hay algo en mí que hace que ningún reto me paralice. Me gustan los retos. Pero los sufro, claro, sobre todo antes de enfrentarlos, ahí aparece ese miedo que uno siente cuando no conoce algo. Pero una vez que estoy ahí, soy de poner garra al asunto. Viajé hasta Vancouver, donde me instalé sola, y fue un reencuentro con mi lado más vulnerable y aniñado”.

 

Sobre los planes a futuro destacó: "Me gustaría seguir trabajando en los Estados Unidos. Pero también en otros sitios. Me encanta el cine argentino, el asiático, el italiano. Entonces no diría que me estoy focalizando en Hollywood. Aunque si salen cosas, bienvenido sea: a todo lo que me lleve a mejorar como actriz y persona, nunca podría decirle que no. Mejoré muchísimo mi inglés, y he hecho amigos de todo el mundo. Algo muy loco es que las grabaciones comenzaron en Vancouver, mismo nombre de la productora de La casa de papel, y luego siguieron en Tokio, como mi personaje. Siento que todo se vincula de una forma muy mágica y extraña".

 

"La vida no ha hecho más que sorprenderme. Lo único que quisiera es poder seguir trabajando en lo que me apasiona y que se me siga dando la oportunidad de hacer personajes poderosos como estos", finalizó.

Notas relacionadas