Finalmente, acuerdan que la línea B llegue a Villa Urquiza
A partir del jueves el servicio en la línea B del subte finalmente llegará hasta las dos nuevas estaciones, Esteban Echeverría y Juan Manuel de Rosas, luego de que el Gobierno porteño, Metrovías y los metrodelegados alcanzaran hoy un acuerdo sobre las condiciones de trabajo y seguridad, tras 15 días de negociaciones.
El Gobierno porteño informó hoy que suscribió un acuerdo con la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (Agtsyp, más conocida como metrodelegados) por lo que se restablecerá el servicio en la totalidad de la Línea B a partir del próximo jueves.
Según indicó Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (Sbase) en un comunicado, Metrovías, la empresa que opera el servicio, y los metrodelegados "acordaron esta tarde un esquema de operación transitorio por 15 días, durante los cuales los trabajadores darán cuatro vueltas y media y deberán prestar la más amplia disponibilidad y plena colaboración en el cumplimiento de las tareas".
"Estamos contentos de que luego de un arduo trabajo pudimos destrabar este conflicto y que beneficiará a más de 50 mil vecinos de Villa Urquiza que aguardan ansiosos la llegada del subte al barrio", indicó el titular de Sbase, Juan Pablo Piccardo.
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Del lado de los trabajadores, el abogado de los metrodelegados, Luis Ramírez, afirmó a Noticias Argentinas que las cuatro vueltas y media son la "fórmula de consenso".
"Dar cuatro vueltas y media significa menos descanso para los trabajadores, pero en una cantidad aceptable. Es decir, los trabajadores aceptaron resignar parte del descanso que tenían hasta que se inauguraron estas estaciones. Esto sí significa un cambio, pero no de la magnitud que pretendía la empresa", explicó Ramírez.
En la línea B los trabajadores daban cinco vueltas entre las estaciones Alem y Los Incas y ahora darán cuatro vueltas y media, porque las dos nuevas estaciones suponen 28 minutos más de una jornada laboral de seis horas, de las cuales el operario trabaja cuatro y media y descansa una y media.
Con respecto al otro punto del conflicto, las condiciones de seguridad, Ramírez explicó que desde que se inauguraron las estaciones, el 26 de julio, la empresa "vino realizando sucesivas mejoras" sobre las zonas y aspectos que los metrodelegados planteaban como riesgosos para la vida de operarios y pasajeros, tales como filtraciones de agua cercanas al riel electrificado.
"Por eso es que llegamos al día de hoy con varias de esas deficiencias resueltas. Y lo que queda pendiente y hacia futuro es que la empresa asume el compromiso de reunirse con el sindicato con la frecuencia que haga falta para tratar todos los temas referidos a condiciones y seguridad laboral", dijo el abogado.
A su vez, el subsecretario de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor, expresó que "el diálogo ha demostrado ser eficaz para poder encontrar puntos de entendimiento y solucionar problemas que interesan a los vecinos de la ciudad".
Sabor homologó el acuerdo entre las partes, según indicó el vocero de los metrodelegados, Ezequiel Rossito: "Acordamos que el sistema de comunicación tierra-tren será por handy, que es más seguro que por celular y, con respecto a las tareas para garantizar la seguridad edilicia, estimamos que el jueves o más tardar el viernes ya estarían completas".
Metrovías, por su parte, indicó en un comunicado que el nuevo esquema "implica realizar una compleja operatoria de trabajo por lo que se requerirá de la plena colaboración de todos los guardas y conductores de dicha a línea a fin de no afectar la calidad de viaje de los pasajeros".
Piccardo, el titular de la estatal Sbase, señaló que este acuerdo transitorio "podría ser prorrogado en caso de que el esquema tenga resultados positivos".
El funcionario había advertido temprano, antes de la firma del acuerdo, que el conflicto en la línea se debía a "la negativa de los metrodelegados a trabajar".
"Ha quedado demostrado que las estaciones no presentan peligro alguno por lo que queda claro que el eje del conflicto es la negativa de los metrodelegados a trabajar", se había quejado Piccardo.
También la vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, había criticado este martes a los metrodelegados, a quienes acusó de adoptar una "actitud incomprensible".
"No hay excusas para no operar el servicio de subtes en las dos nuevas estaciones de la línea B", había dicho Vidal, y agregado que a los metrodelegados "no se les está pidiendo que trabajen más", ya que la cobertura de las dos nuevas estaciones "está contemplada dentro de las seis horas de trabajo de los operarios del subte".
Con respecto a las condiciones de seguridad de las estaciones, Vidal reseñó que "se armó una comisión de seguridad a higiene" para monitorear la situación y posibles deficiencias y recordó que "hay dos fallos de la Justicia a favor de la Ciudad, diciendo que las estaciones están en condiciones".