El nombre más inusual del país: solo cuatro personas lo llevan en Argentina pero tiene un significado único

Elegido por muy pocas familias, su origen sorprende y su significado inspira confianza. ¿Qué lo hace tan especial y por qué casi nadie lo usa?
Control DNI, transporte público
Control DNI, transporte público

En un país donde los nombres se heredan, se repiten o se eligen por costumbre, hay casos excepcionales que rompen con todo patrón. Uno de ellos es “Everest”, un nombre que solo figura en cuatro documentos oficiales de la Argentina, según datos del Registro Nacional de las Personas (RENAPER).

Su rareza no solo llama la atención por su escasa frecuencia, sino también por lo que simboliza: una aspiración, un desafío y una cumbre por alcanzar.

DNI argentino. Foto: NA.
DNI argentino. Foto: NA.

El año 1965 fue el momento de mayor popularidad para este nombre, si es que puede hablarse de popularidad con apenas un puñado de inscripciones. Después, su uso disminuyó, siendo 1985 el punto más bajo. Desde entonces, Everest quedó como un nombre casi único, con más valor simbólico que estadístico.

¿De dónde proviene el nombre “Everest”?

El origen del nombre está vinculado al inglés antiguo y, más específicamente, al apellido del geógrafo británico Sir George Everest, en cuya memoria se nombró la montaña más alta del planeta. Con el tiempo, esa cumbre transformó también el significado del nombre. En la actualidad, quienes lo eligen no solo están apostando por algo original, sino que también buscan transmitir una idea: alcanzar lo más alto, ir más allá de los límites.

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El Everest es conocido por sus peligros, incluyendo el clima extremo y la "Zona de la Muerte" donde la falta de oxígeno es un riesgo.

¿Por qué tan pocas personas llevan este nombre en Argentina? La respuesta parece estar en la tradición. El repertorio de nombres más comunes en el país está profundamente vinculado en influencias católicas, hispánicas o italianas, con nombres que han mantenido su vigencia a lo largo de las décadas. En cambio, Everest representa una elección poco convencional, sin referentes familiares ni religiosos, y más asociada a la aventura o al mundo anglosajón.

Aun así, estos casos singulares muestran que hay padres que no solo nombran, sino que también proyectan. Nombrar “Everest” a un hijo puede ser una forma de inspirarlo desde el comienzo.