Más allá del estrés: qué es el agotamiento emocional, cuáles son sus síntomas y cómo afrontarlo

El ritmo acelerado de la vida moderna, sumado a las múltiples responsabilidades que muchos enfrentan en el ámbito laboral y personal, puede desencadenar efectos más allá de lo que normalmente identificamos como estrés.
En ocasiones, la fatiga, la falta de apetito o la dificultad para concentrarse pueden ser manifestaciones de un trastorno más complejo: el agotamiento emocional.

Según la especialista Jolene Hanson, asistente social de la Clínica Mayo, el agotamiento emocional se produce cuando el estrés derivado de experiencias adversas o desafiantes se prolonga en el tiempo.
Esta condición, que afecta tanto la mente como el cuerpo, puede desencadenar una sensación general de desgaste que se acumula lentamente. Para la mayoría de las personas, los síntomas de agotamiento emocional incluyen una serie de manifestaciones tanto emocionales como físicas que impactan negativamente en su vida cotidiana.
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El agotamiento emocional puede tener múltiples orígenes, siendo el estrés laboral una de las causas más frecuentes. Las preocupaciones económicas, las pérdidas significativas, como el duelo por un ser querido, o incluso el malestar generado por la situación mundial actual, también pueden desencadenar este tipo de agotamiento.

Los síntomas del agotamiento emocional
La interacción de estos factores crea una carga emocional que con el tiempo puede resultar insostenible. De acuerdo con la Clínica Mayo, los signos más comunes de agotamiento emocional incluyen:
- Ansiedad constante.
- Apatía e indiferencia hacia actividades que antes resultaban placenteras.
- Sentimientos de desesperanza e impotencia.
- Irritabilidad y cambios de humor frecuentes.
- Dificultad para concentrarse y falta de motivación.
- Pensamientos negativos recurrentes.
- Fatiga persistente.
- Dolores de cabeza y malestares físicos.
- Pérdida de apetito o problemas gastrointestinales, como náuseas.
Es importante reconocer estos síntomas, ya que son una señal de que el cuerpo y la mente están sobrecargados y necesitan ser atendidos.
Estrategias para combatir el agotamiento emocional
El primer paso para combatir el agotamiento emocional es reconocer su presencia. A partir de este momento, existen diversas estrategias para restaurar el equilibrio emocional. Los expertos recomiendan varias prácticas que pueden ayudar a mitigar sus efectos.

Una de las más efectivas es la adopción de hábitos de vida saludables, como una alimentación balanceada y la incorporación de ejercicio físico regular. Además, la meditación y otras técnicas de relajación ayudan a reducir los niveles de estrés.
Según Hanson, el estrés es interpretado por el cuerpo como una amenaza para la supervivencia, lo que provoca la liberación de hormonas del estrés que agravan el agotamiento emocional. Sin embargo, al centrarse en pequeños eventos neutrales o positivos, se puede disminuir la liberación de estas hormonas y, por lo tanto, equilibrar emocionalmente el organismo.
Otro aspecto fundamental es la reducción de las fuentes de estrés. Para ello, los expertos sugieren integrar en la rutina diaria actividades que favorezcan el bienestar emocional. Estas pueden incluir prácticas creativas como pintar o bailar, así como compartir momentos agradables con amigos o familiares, lo que genera un entorno de apoyo emocional y relajación.