El cuadro robado por los nazis sigue sin aparecer, pero la pareja que ocultó la pintura fue detenida: cómo sigue el caso

Luego de cuatro allanamientos en Mar del Plata, con el objetivo de dar con la obra “Retrato de una dama”, la Justicia ordenó el arresto domiciliario para una de las hijas del exfinancista nazi Friedrich Kadgien y su esposo. Ambos están acusados de entorpecer la investigación.
La pintura, que sigue sin aparecer, fue robada a un coleccionista judío de Ámsterdam durante la Segunda Guerra Mundial.

Uno de los allanamientos en Mar del Plata fue en la casa de una hija del jerarca nazi Friedrich Kadgien -quien se ocultó en la Argentina tras el fin del conflicto bélico- y su pareja. Ambos quedaron notificados del arresto domiciliario por 72 horas.
El resto se dieron en distintos domicilios vinculados con la familia Kadgien: uno de ellos en el barrio Parque Luro –a pocos metros de la vivienda de Cardiel al 4100-, otro en La Florida y el último en un departamento del centro de Mar del Plata.
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En la casa de la hermana de la mujer investigada se secuestraron dos cuadros que, de acuerdo a la mirada de los expertos en Artes Visuales convocados especialmente, podrían ser de 1800. También se encontraron dibujos y grabados varios. En este contexto, las obras serán analizadas para establecer si tienen relación con pinturas robadas durante la Segunda Guerra Mundial.
El cuadro nazi, entre un “delito prescripto” y el pedido de devolución
El matrimonio Cortegoso-Kadgien, actualmente con arresto domiciliario, decidió realizar una presentación ante la justicia civil del fuero provincial en la que reclaman la propiedad de la obra y la prescripción de cualquier demanda del dueño original.
Sin embargo, el expolio de bienes culturales cometido por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial no se considera un delito común, sino un crimen de guerra. Y, por esa condición, se encuentra dentro de la categoría de delitos imprescriptibles.
En paralelo, los herederos del galerista Jacques Goudstikker —su nuera Marei von Saher y sus nietas Charlene y Chantal— reclamaron formalmente la devolución de la obra. Presentaron una notificación por escrito dirigida a la familia Kadgien, en la que dejan asentada su voluntad de recuperar el cuadro.