Modernización naval: Argentina evalúa sumar fragatas a su Flota de Mar de un importante país europeo
La Armada Argentina busca avanzar en la modernización de su Flota de Mar con la posible incorporación de fragatas clase Maestrale, retiradas recientemente del servicio activo de la Marina Italiana. Estos buques de guerra fueron diseñados en los años ’80 por el astillero Fincantieri con un perfil multipropósito, destacándose principalmente en operaciones de guerra antisubmarina (ASW), aunque también cuentan con capacidades en defensa aérea y ataque a objetivos de superficie.
La información fue confirmada recientemente por el Secretario de Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa, Juan Battaleme, a través de su cuenta oficial en X, donde señaló que la adquisición está siendo evaluada, aunque condicionada a los recursos disponibles: “Todo está atado a los recursos que dispongamos”, explicó.
Las fragatas Maestrale que quiere incorporar Argentina
Las fragatas clase Maestrale cuentan con una eslora de 123 metros, desplazan alrededor de 3.040 toneladas a plena carga, y alcanzan velocidades de hasta 30 nudos, con una autonomía de 6.000 millas náuticas a velocidad crucero. Su sistema de propulsión es del tipo CODAG (Combinado Diésel y Gas), integrando dos motores diésel junto a dos turbinas a gas Fiat-General Electric LM-2500.
Estas fragatas están equipadas con un sistema de armas completo y probado, entre los que se destacan:
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- Misiles antibuque Otomat Teseo Mk 2, con un alcance de hasta 180 km, superior a los Exocet MM40 actualmente en uso por la Armada Argentina.
- Misiles antiaéreos Aspide, montados en un lanzador Albatros con capacidad para 24 proyectiles, eficaces hasta unos 25 km de distancia.
- Cañón Oto Melara de 127 mm/54, automático, capaz de disparar hasta 40 proyectiles por minuto, útil tanto contra blancos navales como aéreos y en apoyo a fuerzas terrestres.
- Sistemas de defensa cercana Breda DARDO con cañones Bofors de 40 mm, diseñados para la intercepción de misiles y aeronaves en corto alcance.
- Torpedos antisubmarinos en lanzadores triples ILAS-3 de 324 mm y tubos para torpedos A184 de 533 mm, lo que refuerza su rol como plataforma antisubmarina.
A bordo, también pueden operar helicópteros como el AB-212 antisubmarino, gracias a su cubierta y hangar dedicados, lo que amplía sustancialmente su capacidad de patrullaje y detección.
¿Ventaja sobre las Meko 360?
Aunque las fragatas Maestrale tienen una antigüedad similar a las Meko 360 argentinas -ambas de los años ’80-, su configuración y armamento representan una mejora específica, sobre todo en alcance de misiles y capacidades ASW. Incorporan además sistemas de sensores más avanzados que, si bien no son modernos en términos actuales, superan en varios aspectos los disponibles en los destructores argentinos.
Están equipadas con:
- Radares RAN10S con alcance de 160 km para búsqueda aérea y de superficie.
- Sistemas de control de fuego RTN-10X para armas principales.
- Sonares remolcados DE 1164 y de casco DE 1160B para operaciones antisubmarinas.
- Sistemas de guerra electrónica y lanzacohetes SCLAR para defensa pasiva.
Sin embargo, su edad avanzada representa un desafío en términos de mantenimiento, disponibilidad de repuestos y eficiencia operativa. Por eso, la compra de estas unidades sería más bien una solución de transición, útil para reforzar capacidades inmediatas mientras se planifica una renovación a largo plazo.
Alternativa: fragatas danesas clase Iver Huitfeldt
En paralelo, Argentina también está analizando la posibilidad de adquirir unidades de la clase Iver Huitfeldt de la Armada de Dinamarca. Estas fragatas son considerablemente más modernas, con una eslora de 138 metros y un desplazamiento de 6.600 toneladas, casi el doble que las Maestrale.
Destacan por su:
- Cobertura antiaérea de hasta 160 km gracias a sistemas avanzados de misiles.
- Radares AESA modernos y arquitectura modular.
- Sistemas de guerra electrónica de última generación.
- Capacidad para operar helicópteros y realizar misiones antisubmarinas, antisuperficie y de defensa aérea de área.
Si bien la adquisición de estas fragatas danesas implicaría una inversión inicial más alta, también representaría un verdadero salto tecnológico para la Armada Argentina y un paso firme hacia la modernización de su Flota de Mar.
Tanto la opción de las fragatas Maestrale como la de las Iver Huitfeldt reflejan la intención del Ministerio de Defensa de recuperar capacidades navales disuasorias, especialmente en un contexto regional donde la protección de los recursos marítimos y la soberanía del Atlántico Sur siguen siendo prioridades estratégicas.
La elección final dependerá de factores presupuestarios, logísticos y políticos, pero ambas alternativas señalan que la modernización de la Armada Argentina vuelve a estar sobre la mesa.