La frontera más antigua del mundo permanece intacta hace más de 750 años: curiosidades de “La Raya”, una división con mucha historia

La línea divisoria entre España y Portugal atravesó guerras y disolución de imperios, pero jamás modificó su trazo.
El río Duero en su tramo internacional entre la provincia de Zamora y el distrito portugués de Braganza.
El río Duero en su tramo internacional entre la provincia de Zamora y el distrito portugués de Braganza. Foto: Wikipedia.

Aunque muchas fronteras en el mundo cambiaron con guerras, tratados y acuerdos políticos, hay una que desafió al tiempo y a los vaivenes de la historia: la frontera entre España y Portugal.

Este límite, que comenzó a trazarse formalmente en 1267, es considerado la frontera terrestre más antigua del mundo que aún se mantiene vigente. De este modo, representa un símbolo de estabilidad en el continente europeo, que atravesó conflictos bélicos, imperios en ascenso y caídas abruptas.

Señal que indica la entrada a España desde Portugal. Foto: Wikipedia.

En Europa, donde las líneas divisorias fueron testigos de múltiples reconfiguraciones, esta frontera destaca como una rareza. No solo por su longevidad, sino también por la forma en que perduró sin grandes alteraciones.

El tratado que determinó a la frontera más antigua del mundo

“La Raya” se consolidó formalmente en 1297 con el Tratado de Alcañices, firmado entre el rey Dionisio I de Portugal y Fernando IV de Castilla. Este acuerdo selló los límites entre los dos reinos ibéricos y estableció una base de convivencia que se respetó durante siglos.

A diferencia de otras fronteras europeas, que se vieron arrasadas por invasiones, anexionadas o divididas por muros, “La Raya” mantuvo su trazo a lo largo del tiempo, incluso después de la disolución de los imperios y el paso a las repúblicas modernas.

"La Raya" es la frontera más antigua del mundo. Foto: Wikipedia.

Este borde tiene una longitud de más de 1.200 kilómetros y atraviesa múltiples paisajes rurales, zonas montañosas y aldeas donde la identidad nacional, en algunos casos, se difumina. La vida diaria en muchas de estas localidades transcurre con naturalidad entre los dos países, lo que refuerza la idea de una frontera viva pero amigable.

Curiosidades de “La Raya”

  • Una frontera que une más de lo que divide: en muchas zonas rayanas, como en las provincias de Salamanca, Cáceres o Huelva, es común que los habitantes hablen tanto español como portugués, celebren festividades compartidas y mantengan vínculos familiares a ambos lados de la línea.
  • Los “pueblos dobles”: algunos pueblos están divididos por la frontera pero funcionan como una unidad social y económica. Un ejemplo de esto es el caso de San Antonio (España) y Santo António das Areias (Portugal), donde las familias cruzan la frontera a diario como si no existiera.
  • Durante el franquismo: en la dictadura de Franco, la frontera con Portugal fue escenario de múltiples historias de espionaje, contrabando y escapatorias. Algunos disidentes españoles cruzaban “La Raya” buscando refugio, y viceversa.
  • El contrabando como forma de vida: durante años, el contrabando de productos básicos como café, tabaco o ropa fue una forma de subsistencia para muchas familias de la zona. Esta actividad dejó una huella cultural que aún se recuerda con cierta nostalgia.
  • Un borde que sobrevivió a guerras: pese a las múltiples guerras que enfrentaron a España y Portugal (especialmente en los siglos XV al XVII), la línea trazada por el Tratado de Alcañices se mantuvo como referencia, lo que refuerza su carácter excepcional.