Argentina mantiene contactos con el Reino Unido en materia de Defensa: ¿cómo afectan a la militarización de las Islas Malvinas?

El punto de fondo es el veto británico al reequipamiento militar argentino, que históricamente limitó la adquisición de sistemas de defensa por la vía de presiones sobre terceros países.
El 3 de enero de 1833 las islas Malvinas fueron usurpadas por la corbeta británica Clio, quienes expulsaron a las autoridades argentinas vigentes.
El 3 de enero de 1833 las islas Malvinas fueron usurpadas por la corbeta británica Clio, quienes expulsaron a las autoridades argentinas vigentes. Foto: Ministerio de Defensa.

El Ministerio de Defensa argentino subraya que no hay acuerdos formales con el Reino Unido, sino únicamente intercambios protocolares e institucionales. Explican que, tras años de silencio, se reactivaron canales básicos de diálogo bajo una lógica de “prudencia estratégica”, que combina firmeza en la reivindicación de la soberanía sobre Malvinas con cautela en el vínculo militar.

El Informe N.º 144 confirma la existencia de contactos técnicos en materia de Defensa. De acuerdo con el documento, estas instancias apuntan a disminuir tensiones, presentar el plan argentino de modernización militar, debatir el veto británico en la provisión de equipamiento y evaluar posibles mecanismos de confianza en el Atlántico Sur, sin que ello implique concesiones sobre la soberanía ni nuevos compromisos de cooperación.

Islas Malvinas. Foto: NASA/Jeff Schmaltz
Islas Malvinas. Foto: NASA/Jeff Schmaltz

El punto de fondo es el veto británico al reequipamiento militar argentino, que históricamente limitó la adquisición de sistemas de defensa por la vía de licencias de exportación y presiones sobre terceros países. A diferencia de gobiernos anteriores que aceptaron el veto como un obstáculo insuperable, la actual gestión sostiene que su estrategia es superar esa restricción estructural, diversificando proveedores, blindando cadenas de repuestos y priorizando plataformas sin componentes críticos de origen británico.

Pese a esta aclaración, el reconocimiento oficial de un canal de diálogo con una potencia que mantiene una ocupación considerada ilegítima abre interrogantes inevitables: ¿hasta qué punto un “contacto técnico” puede mantenerse como tal sin transformarse en un retroceso en la histórica posición argentina?

El Reino Unido mantiene su ocupación ilegal en las Islas Malvinas

Mientras la Argentina intenta abrir vías técnicas de diálogo, el Reino Unido mantiene y refuerza su dispositivo militar en las Islas Malvinas, con el despliegue de cazas Eurofighter Typhoon, el sistema antiaéreo Sky Sabre, un despliegue militar de tropas que rota constantemente, patrulleros navales y un componente logístico de alerta permanente en la base militar en las islas.

Este escenario constituye el principal condicionante para cualquier eventual flexibilización del veto, dado que Londres sostiene una postura robusta de disuasión en el Atlántico Sur.

Igualmente, la compra de 24 aviones F-16 de origen danés, con aval de Estados Unidos, se convirtió en el ejemplo más concreto de un cambio de enfoque. Según lo confirmado oficialmente, la operación no sufrió restricciones británicas y el sistema podrá operar en cualquier área de interés nacional, lo que representa un quiebre en la lógica del embargo.