Referencias antifascistas y frases irónicas: las palabras que escribió el presunto asesino de Charlie Kirk en las balas de su arma
El asesinato del activista republicano Charlie Kirk, aliado cercano del presidente Donald Trump, provocó un fuerte impacto político y social en Estados Unidos. El caso no solo conmueve por la violencia del ataque, sino también por los enigmáticos mensajes que el sospechoso habría dejado grabados en las balas de su rifle.
El principal acusado es Tyler Robinson, de 22 años, detenido tras ser identificado como el autor de un disparo mortal desde lo alto de un edificio de la Universidad del Valle de Utah. Para ejecutar el ataque, utilizó un rifle de cerrojo Mauser modelo 98 con mira telescópica, un arma poco frecuente en este tipo de crímenes, lo que lleva a los investigadores a considerar que se trató de un acto planificado con detalle.
Dentro del arma, las autoridades hallaron tres balas sin disparar con inscripciones particulares. Una de ellas decía: “¡Oye, fascista! Agárrame!”, acompañada de flechas.
Otra contenía la inscripción “Bella Ciao”, título de la histórica canción antifascista italiana, y la tercera incluía un mensaje irónico propio de la jerga digital: “Si lees esto, eres gay, jajaja”, seguido de “LoL” (acrónimo para “muerto de risa”).
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El hallazgo abrió un debate sobre las motivaciones detrás del ataque. Para los investigadores, el uso de “Bella Ciao” no fue casual. La canción, entonada por los partisanos que combatieron al fascismo en la Segunda Guerra Mundial, se convirtió con el tiempo en un himno global de resistencia frente a la opresión y ha sido adoptada en manifestaciones sociales y progresistas en todo el mundo.
Más allá de los mensajes, la huida del sospechoso por los techos del campus refuerza la idea de un crimen premeditado. Los agentes consideran que Robinson conocía la estructura del lugar y que planificó con antelación su ruta de escape.
Otro dato relevante surgió en el entorno familiar: la denuncia inicial provino de un allegado. Según trascendió, fue su padre, Matt Robinson, exveterano y oficial retirado del Departamento del Sheriff del Condado de Washington, quien logró convencerlo de dialogar con el FBI y entregarse voluntariamente. Horas más tarde, el joven fue detenido en St. George.
El caso aún está en investigación y se analizan las posibles motivaciones ideológicas que pudieron haber llevado a Robinson a cometer el crimen contra el activista republicano.