La nueva “Guerra Fría” entre EEUU y Rusia se traslada al Caribe y Venezuela: los objetivos reales de las potencias

Vladímir Putin y Nicolás Maduro mantienen una relación muy estrecha, mientras Donald Trump bombardea lanchas en el Caribe y lanza un gran despliegue militar en la región.
Vladímir Putin se acerca a Nicolás Maduro mientras Donald Trump se encuentra en las antípodas de ambos.
Vladímir Putin se acerca a Nicolás Maduro mientras Donald Trump se encuentra en las antípodas de ambos. Foto: Reuters

En un contexto donde los ojos del mundo miran al Caribe por la presión militar que está ejerciendo Estados Unidos sobre Venezuela, amparándose en su lucha contra el narcotráfico, el rol de Rusia gana protagonismo. El propio Nicolás Maduro reconoció que su gobierno mantiene una “comunicación diaria y permanente” con el de Vladímir Putin sobre “muchos temas en desarrollo”, entre ellos, la cooperación en materia militar.

Washington desplegó fuerzas en el mar Caribe y en el Pacífico, y en los últimos meses llevó adelante una serie de ataques aéreos contra embarcaciones civiles, a las que acusa de transportar drogas. Según denunció el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, esas operaciones dejaron al menos 60 muertos y constituyen “ejecuciones extrajudiciales”.

Nicolás Maduro advierte a países del Caribe sobre una "guerra" por "un cambio de régimen". Foto: EFE

En este escenario, Rusia salió en defensa del gobierno de Nicolás Maduro. “Mantenemos abiertos todos los canales de comunicación y nos solidarizamos con Venezuela”, expresó el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, quien advirtió que “el despliegue injustificado” de tropas estadounidenses está generando “grandes tensiones” y que la responsabilidad de la escalada recae “únicamente en Washington”.

Las versiones sobre una posible solicitud de Caracas para comprar misiles, radares y aviones rusos encendieron las alarmas en Occidente, que teme volver a ver un juego de poder similar al de la Guerra Fría, pero en clave latinoamericana. Aun así, tanto Donald Trump como su secretario de Estado, Marco Rubio, insistieron en que Estados Unidos no tiene planes de atacar directamente a Venezuela.

Vladímir Putin apoya a Nicolás Maduro en su conflicto con Donald Trump. Foto: via REUTERS

Detrás de las declaraciones y los despliegues, lo que se ve es una pulseada más amplia: una pelea por influencia en América Latina. Con el Caribe como escenario y Venezuela en el centro del mapa, Washington y Moscú vuelven a medirse en una disputa que mezcla poder militar, intereses energéticos y estrategia geopolítica en una de las regiones más calientes del continente.

Rusia, ¿el principal garante de Venezuela en su tensión con Estados Unidos?

Rusia y Estados Unidos vuelven a mirar hacia el mismo punto en el mapa: el Caribe. En medio del creciente despliegue militar norteamericano en la región y las tensiones con Caracas, Moscú se posiciona como el principal aliado —y posible garante— del gobierno de Nicolás Maduro. Detrás de los comunicados diplomáticos y las maniobras navales, se asoma un nuevo capítulo de rivalidad entre potencias, con Venezuela como pieza clave.

En ese contexto de creciente confrontación, Rusia decidió dar un paso más allá en su respaldo a Caracas. El legislador ruso Alexei Zhuravlyov confirmó recientemente que Moscú entregó a Venezuela sistemas de defensa antiaérea, como los Pantsir-S1 y Buk-M2E, en lo que calificó como un paso para “proteger la soberanía venezolana”.

El sistema de defensa antiaérea Pantsir-S1. Foto: Vitaly V. Kuzmin

Desde Caracas, Nicolás Maduro ratificó esa cooperación y aseguró que la relación con Rusia “avanza de forma serena y muy provechosa”, tanto en lo militar como en otros sectores estratégicos como la industria, la ciencia, la economía y el turismo. “Rusia es una potencia mundial que mantiene relaciones de respeto y cooperación con países como Venezuela. No vienen con ambiciones imperialistas”, afirmó el mandatario.

Sin embargo, el Kremlin evitó confirmar si brindaría apoyo militar directo a Venezuela en caso de un ataque estadounidense. “Tenemos contactos de trabajo permanentes con Caracas, pero no daré más detalles”, declaró el portavoz presidencial Dmitri Peskov. Pese al silencio oficial, los contactos entre ambos gobiernos se mantienen activos.

Así, mientras Washington refuerza su presencia en el Caribe bajo el argumento del combate al narcotráfico, Moscú estrecha su vínculo con Caracas y se posiciona nuevamente frente a su viejo adversario. Venezuela, en tanto, se convierte en el escenario donde se cruzan las ambiciones de las dos grandes potencias.