Los barcos que escalan montañas en China: una obra monumental que desafía a la naturaleza
Se trata de una megaobra hidráulica que hace posible lo impensado: que enormes embarcaciones “trepen” una montaña. El ascensor de barcos más grande del mundo redefine los límites de la ingeniería moderna.

A más de 200 metros de altura, en el corazón de China, una estructura colosal permite algo que hasta hace poco parecía impensado: que enormes barcos “escalen” una montaña. Este prodigio se encuentra en la presa de las Tres Gargantas, sobre el río Yangtsé, y combina la fuerza de la naturaleza con el ingenio humano.
A simple vista, podría confundirse con otra gran represa del país. Pero detrás de sus muros de hormigón se esconde una verdadera hazaña tecnológica: un ascensor gigante que eleva embarcaciones de hasta 3.000 toneladas, conectando diferentes niveles del río y reduciendo drásticamente los tiempos de navegación.

¿Cómo funciona este ascensor monumental?
El sistema opera como un elevador vertical. Las naves ingresan en una enorme cámara de acero llena de agua, que se eleva lentamente gracias a un mecanismo de contrapesos y motores hidráulicos. En apenas unos 50 minutos, el ascenso se completa, cuando por otros medios podría demorar más de tres horas.

En el interior de la montaña contigua, un complejo entramado de esclusas y túneles complementa el proceso. Sensores, turbinas y compuertas trabajan de manera perfectamente sincronizada para garantizar la seguridad y la precisión de cada movimiento, como si la montaña misma respirara y dejara fluir el agua a su propio ritmo.
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Las características de una obra sin precedentes
Entre sus rasgos más impresionantes se destacan:
- Una elevación máxima de 113 metros.
- Capacidad para barcos de hasta 3.000 toneladas.
- Una cámara y estructuras asociadas que pesan 15.500 toneladas.
- Un sistema de engranajes, cremalleras y contrapesos que equilibra la carga y permite un ascenso controlado y eficiente.

Más allá de su magnitud técnica, la presa de las Tres Gargantas representa una metáfora del propio espíritu de China: la capacidad de transformar lo imposible en realidad, de abrir paso entre montañas y de reinventar el paisaje para seguir avanzando. Esta obra monumental demuestra que, con la visión y la tecnología adecuadas, incluso los desafíos más grandes pueden superarse.
La impresionante velocidad que alcanza el nuevo tren de China
El gigante asiático puso en marcha una nueva línea de tren de carga de alta velocidad que conecta la ciudad de Wuhan, capital de la provincia central de Hubei, con Guangzhou, el poderoso centro económico del sur y capital de Guangdong.
De esta manera, quedan unidos a través de este corredor logístico los dos polos industriales más dinámicos que posee el gigante asiático y es una forma de mejorar la circulación de mercancías a una escala nunca antes vista.
Las velocidades a las que operan estos trenes son abismales: alcanzarían los 350 kilómetros por hora, una forma de viajar que permitiría realizar entregas directas en poco tiempo entre las ciudades del centro de China y el núcleo de transporte de la Gran Área de la Bahía de Guangdong-Hong Kong-Macao, una de las zonas económicas más activas del mundo.
Según información de la agencia Xinhua, la infraestructura está diseñada para soportar y responder ante esta demanda de servicios logísticos rápidos y confiables, lo que resulta esencial para cadenas de suministro que resultan cada vez más complejas.















