Inauguraron el túnel para autopistas más largo del mundo: cuántos kilómetros recorre y por qué es tan importante
Esta megaobra no solo establece un nuevo récord global, sino que también tiene un fuerte impacto económico y logístico al mejorar de forma sustancial la circulación entre regiones históricamente separadas por barreras naturales extremas.

Un país asiático dio un paso clave en su ambicioso plan de infraestructura al inaugurar el túnel para autopistas más largo del mundo, una obra estratégica que refuerza la conectividad interna y consolida su liderazgo en ingeniería a gran escala. El proyecto no solo establece un nuevo récord global, sino que también tiene un fuerte impacto económico y logístico al mejorar de forma sustancial la circulación entre regiones históricamente separadas por barreras naturales extremas.
Se trata del túnel Tianshan Shengli, en China, el cual atraviesa las montañas centrales de Tianshan, en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, y permite dejar atrás un peligroso trayecto de montaña que antes insumía varias horas, reduciéndolo a unos 20 minutos. Este cordón montañoso, que se extiende a lo largo de 2.500 kilómetros y cruza el corazón de Xinjiang, históricamente dividió a la capital provincial, Urumqi, en el norte, de Korla, la principal ciudad del sur.

Más allá del récord técnico, la obra también tiene un fuerte peso estratégico: el túnel forma parte de un corredor vial clave que conecta Xinjiang con el resto de China y, a mayor escala, con las rutas terrestres que apuntan hacia Asia Central y Europa. En los hechos, mejora la fluidez del transporte de mercancías y refuerza el papel de la región como puerta de entrada occidental del país, en sintonía con los grandes corredores comerciales euroasiáticos impulsados por Beijing.
Así, el impacto del proyecto no se limita al tránsito local, sino que se inscribe en una red logística mucho más amplia, pensada para agilizar el comercio entre China y el continente europeo.
El desafío de construir el túnel para autopistas más largo del mundo en China
La autopista fue levantada en un plazo de cinco años, se extiende a lo largo de 324,7 kilómetros y demandó una inversión cercana a los 6.630 millones de dólares. En ese recorrido, la construcción del túnel implicó enfrentar condiciones extremas: con 22,13 kilómetros de longitud, alcanza una profundidad máxima de más de 1.100 metros bajo tierra y atraviesa 16 zonas con fallas geológicas, en un entorno marcado por fuerte presión del terreno, elevada actividad sísmica, exigencias ambientales estrictas, temperaturas bajo cero y gran altitud.
Para superar estos obstáculos, los equipos chinos recurrieron a soluciones de ingeniería innovadoras, como la apertura de caminos de acceso diseñados para reducir el impacto ambiental y agilizar el traslado de materiales, la aplicación de un método constructivo que permitió acortar en más de un 25% los tiempos del túnel principal y el uso de la primera tuneladora de roca dura presurizada desarrollada en China.














