Análisis de El País sobre Venezuela: "El desastre que no cesa"

El prestigioso diario español analizó la realidad institucional, económica y social que afronta el país carioca y que parece no terminar.

Por Canal26

Viernes 17 de Julio de 2020 - 21:18

Venezuela, crisis en el paísManifestación en Venezuela.

El prestigioso diario español, El País, elaboró un informe sobre la realidad de Venezuela sumida en una crisis institucional y social que parece no tener fin desde hace más de una década y que ha empeorado con la pandemia de coronavirus.

 

El periodista Francesco Maretto habló en la columna publica en el sitio sobre una “sucesión de tres fases” que vivió el país carioca.  

 

Primero habló de lo que sucedió el 5 de enero cuando Juan Guaidó, jefe del Parlamento reconocido como presidente interino por casi sesenta países, iba a ser reelegido al frente de la Asamblea Nacional, la única institución controlada por fuerzas opositoras. Sin embargo, una maniobra de la bancada chavista y de un sector minoritario de tránsfugas convirtió la sesión en una jornada de vértigo. Se votó sin quorum en un hemiciclo en el que se cruzaban proclamas e insultos y donde iban y venían, sin apenas control, parlamentarios, asesores y periodistas. Los alrededores del palacio legislativo estaban llenos de militares. “En un ambiente de caos, lleno de especulaciones y medias verdades, se juramentó un nuevo presidente del Parlamento: el opositor disidente Luis Parra, expulsado semanas antes de su partido, Primero Justicia, por un caso de corrupción. Solo el chavismo le reconoce. Y a efectos prácticos es suficiente, ya que el régimen nunca ha perdido el control del aparato estatal”, explica parte del artículo.

 

El artículo explica la situación actual de Guaidó quien “busca mantenerse a flote apelando a la unidad y aferrándose a su principal activo, el respaldo internacional”. Por otro lado explica que el Tribunal Supremo inhabilitó a las direcciones de Voluntad Popular, la formación fundada por Leopoldo López; Primero Justicia, la organización de Henrique Capriles; y Acción Democrática.

 

Michael Penfold, investigador del Wilson Center de Washington y profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), fue entrevistado por El País y analizó: “Hoy Venezuela está más lejos de una transición democrática de lo que estaba 18 meses atrás, por errores estratégicos y la incapacidad de aglutinar el factor militar. El mundo y, en particular, la región, enfrentan la covid-19 en un ambiente de recesión global que hace que EE UU pierda cierto interés en la crisis venezolana. Maduro lo ha aprovechado, pero con las elecciones no busca legitimarse internacionalmente, sino que tiene dos objetivos: descabezar a la oposición y crear una oposición leal”.

Juan Guaidó, Venezuela, política internacional, NAJuan Guaidó. 

Vale recordar que Guaidó se proclamó presidente interino durante una movilización multitudinaria el 23 de enero de 2019. “Ese desafío alentó las expectativas de millones de venezolanos que vislumbraron la posibilidad de un cambio político inminente, confiando en una rebelión militar que no se produjo. Multiplicó también la presión internacional contra el régimen, encabezada por EE UU, Colombia, la mayoría de los países latinoamericanos y la Unión Europea. Un año y medio después, todo parece haber quedado en agua de borrajas y la frustración interna es una bomba de relojería”, agrega el artículo.

 

Penfold, explica: “La oposición en este momento no tiene ninguna opción buena, tiene que elegir la menos mala. La situación venezolana tiene una sola solución posible, que es un acuerdo político, pero no hay incentivos. Aquí se requiere un proceso de reactivación de la comunidad internacional, que cree incentivos para esa negociación. Muchos en la oposición lo plantean con la idea de votar o no votar, pero eso sin negociación previa no significa nada. Al mismo tiempo, los mensajes lanzados por el Gobierno no son alentadores. El domingo pasado el ministro de Defensa de Maduro, Vladimir Padrino López, advirtió durante un acto castrense que os opositores nunca podrán ejercer el poder político en Venezuela”.

Nicolás Maduro, prtesidente de Venezuela, ReutersNicolás Maduro. 

¿Cuál es el prónostico a futuro del país? Según el artículo, y basado en un análisis, “apunta a que una atomización de la oposición puede facilitar un proceso de diálogo con los sectores más moderados”. Además agrega que “las filas opositoras se oyen cada vez más voces que dudan de la eficacia del alcance simbólico del Gobierno interino y el aparato paralelo creado por Guaidó”.

 

Raúl Gallegos, director de la consultora Control Risks, reveló: “El Gobierno no negocia de buena fe. Está dispuesto a mantenerse en el poder a toda costa, sin importar la posición de los chavistas, incluso, y de la comunidad internacional. La llegada de Guaidó, si bien era una posición necesaria para apretar a Maduro, no iba inmediatamente a llevar a un cambio, y ahora estamos viendo una consolidación del régimen, que está apostándole a sobrevivir de aquí a diciembre”.

 

Las legislativas están previstas un mes después de las presidenciales en Estados Unidos. Y la posición de Washington es crucial para Guaidó. El respaldo de Trump y las sanciones impuestas al régimen fueron determinantes para sostener el discurso de Guaidó frente a Maduro.

 

Gallegos, agrega: “El impacto de la covid-19 en EE UU ha sido brutal y sigue siéndolo, por ende la importancia del tema Venezuela va a ser muchísimo menor. Aunque Trump saliera reelegido sería con un resultado muy ajustado. Va a haber un problema de salud y económico muy grave, y vas a tener empresas petroleras haciendo cabildeo para seguir operando en ese país”.

 

La pobreza extrema casi alcanza el 80%, el salario mínimo y los bonos de alimentación rondan los cuatro dólares mensuales y Maduro se apoya en sus aliados como Irán, Rusia, China y Turquía.

 

Edward Rodríguez, portavoz del líder opositor, considera los próximos comicios parlamentarios “una farsa electoral como en mayo de 2018”. “Nuestra lucha seguirá girando en torno a conseguir elecciones presidenciales libres. Esa es la pieza fundamental para construir una transición democrática”, explica.

 

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