"Entre las llamas, la hija perdida": el escalofriante documental de Netflix sobre la adopción de Aundria Bowman

Aunque su madre biológica la entregó con la esperanza de darle una vida mejor, quedó en manos de una pareja que escondía un oscuro pasado. En 2 duros episodios, la producción de Charlize Theron revela el misterio de su desaparición que tardó más de 20 años en ver la luz.

Por Aldana Nichea

Viernes 4 de Octubre de 2024 - 13:50

Aundría Bowman. Foto: Netflix "Entre las llamas: La hija perdida", un documental sobre el caso de Aundría Bowman. Foto: Netflix

En el último tiempo, las plataformas de streaming volvieron muy populares las biopics o series sobre crímenes reales en Estados Unidos. Es evidente que el país tiene mucha tela para cortar sobre masacres y asesinatos. Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), EEUU tiene una de las tasas de homicidios más altas del planeta y el caso de la joven Aundria Bowman es parte de la tenebrosa estadística.

En 2010, Cathy Terkanian recibió una carta de la agencia de adopción dónde había dejado a su pequeña de 10 meses. Sin embargo, lo que creyó que era un mensaje para reencontrarse, era en realidad un pedido para hacerse un ADN que pudiera ayudar a identificar un cadáver. Su hija había desaparecido hace 21 años y no tenían rastros de su paradero.

Ante la desgarradora noticia, Cathy comenzó una investigación por redes sociales para descubrir qué había ocurrido y cómo fue que la pequeña terminó de la peor forma. Al no tener acceso a más datos de la niña, solo su fecha de nacimiento, creó un grupo de Facebook para que las personas que la conocieron dieran su testimonio.

"Entre las llamas: La hija perdida", un documental sobre el caso de Aundría Bowman. Foto: Netflix "Entre las llamas: La hija perdida", un documental sobre el caso de Aundría Bowman. Foto: Netflix

Alexis Miranda Badger, fue adoptada por Brenda y Dennis Bowman, quienes le cambiaron el nombre a Aundria Bowman. Este matrimonio tradicional vivía en Virginia y recibieron a la pequeña cuando era una bebé debido a que, por cuestiones médicas, no podían tener hijos biológicos. Aunque se mostraban como una familia amorosa y religiosa, puertas adentro reinaba el terror.

Personas cercanas a la joven cuentan que su padre la perseguía por la casa para golpearla y que incluso la maltrataba delante de su madre, pero ella no intervenía. Cuando Aundria tenía 14 años le confesó a una amiga que Dennis Bowman abusaba de ella desde que era pequeña e incluso realizaron la denuncia en su escuela, pero nadie le creyó y le exigieron pedir disculpas por sus “mentiras”.

Para sorpresa del matrimonio, la pareja logró concebir cuando Aundria se convirtió en adolescente. Ella se encargaba de cuidar a su hermana, y según sus seres queridos, era el motivo por el cual no se iba de la casa. Por eso fue de extrañar cuando sus padres denunciaron que les había robado dinero y huido sin dejar ni una nota.

"Entre las llamas: La hija perdida", un documental sobre el caso de Aundría Bowman. Foto: Netflix "Entre las llamas: La hija perdida", un documental sobre el caso de Aundria Bowman. Foto: Netflix

En ese entonces, la policía investigó por un tiempo, pero sin cuestionar el rol del señor Bowman en la desaparición y sus antecedentes por abuso sexual, que lo llevaron a cumplir 5 años de condena y a que un juez lo considere “una amenaza para las mujeres”.

El fotógrafo y el cartero: El crimen de Cabezas. Foto: Netflix.

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Buscando la verdad a través de Internet

Ya que Cathy había dado en adopción a Alexis, por presión de su madre, la agencia no le daba información sobre lo sucedido al haber renunciado a la tenencia. Entonces, emprendió una búsqueda virtual y creó el grupo de Facebook “Encuentren a Aundria Bowman”. Internet la ayudó a contactarse con familiares de los Bowman, amigos de la adolescente y un investigador aficionado a los casos sin resolver.

Juntos reconstruyeron un pasado plagado de violencia, descubriendo numerosos casos de abuso sexual a mujeres y niñas en los que el señor Bowman estuvo involucrado. Ninguna sin la condena correspondiente, en parte por la falta de tecnología en la época y por la negligencia de los policías.

Aundría Bowman. Foto: Netflix Aundria Bowman. Foto: Netflix

El ADN del cuerpo que necesitaba comparar con el de Cathy dio negativo, por lo que emprendió su investigación independiente con más fuerza y buscó colaborar con los agentes que llevaban adelante la expedición formal. La mujer empapeló Norfolk, la ciudad de virginia en dónde Brenda y Dennis Bowman vivía, con la cara de su pequeña e incluso instaló un cartel gigante con su fotografía en la salida de su casa para que nunca olviden que ella la estaba buscando.

Una aventura en Marruecos. Foto: Netflix.

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Un pálpito más allá de lo creíble

Para este punto, y tras la información revelada, Cathy no tenía dudas de que Dennis Bowman era el responsable de la desaparición de su hija. Durante mucho tiempo, estuvo indagando en las imágenes satelitales que Google Earth captaba del patio de la pareja y un punto en particular llamó su atención, porque constantemente cambiaba de posición y no entendía por qué.

Día y noche vigilaba la casa del matrimonio, estando convencida de que el cuerpo de Aundria estaba sepultado en el jardín, pero no tenía suficientes pruebas para lograr una orden de allanamiento. Pero la reapertura de un caso sin resolver de asesinato y violación en 1980, mismo año en el que desapareció la adolescente, le dio un motivo.

Cathy Terkanian  frente a la casa de los Bowman, en "Entre las llamas: La hija perdida". Foto: Netflix Cathy Terkanian frente a la casa de los Bowman, en "Entre las llamas: La hija perdida". Foto: Netflix

Kathleen Doyle vivía en una pequeña casa en Cabo Cod, en Norfolk, Virginia, junto a su esposo, que era marino y al momento de su asesinato estaba en mar abierto. Una noche, un hombre se metió en la casa, la violó, apuñaló y la estranguló hasta matarla. Su padre, quien desesperadamente movió cielo y tierra en busca de respuestas, murió sin saber quién fue el responsable.

En 2018, el detective John Smith analizó el caso y encontró muestras de ADN que no pudieron ser analizadas en la década del 80 por la falta de tecnología. Pero la manta que contenía la evidencia aún estaba guarda y podría ser estudiada. Con la ayuda de la genealogía genética, se descubrió que la mancha seminal hallada era de Dennis.

Granizo. Foto: Netflix.

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“Soy el único que sabrá dónde está”

Tras ser detenido, Dennis Bowman dio inicio a un juego macabro por la verdad. Negó hasta el hartazgo conocer el paradero de Aundria, y su esposa e hija respaldaban su versión, estando completamente manipuladas por el hombre que aseguraba tener oscuridad en su interior y no ser él mismo cuando atacaba.

Explicó paso a paso cómo había violentado a Kathleen Doyle, pero le restaba importancia a la brutalidad de haberla dejado tirada, desnuda y sin pulso en su habitación. Lo mismo ocurrió con Aundria, cuando vio que la situación iba a explotar, llamó a su esposa Brenda y le confesó lo que había hecho: para él lo más importante era que ella no lo viera como un monstruo.

"Entre las llamas: La hija perdida", un documental sobre el caso de Aundría Bowman. Foto: Netflix "Entre las llamas: La hija perdida", un documental sobre el caso de Aundria Bowman. Foto: Netflix

“No podía perderte”, le dijo Bowman a su esposa tras revelar que la noche en que la adolescente “desapareció”, él la encontró en la casa lista para huir y discutieron. Dennis la empujó por las escaleras y terminó rompiéndole el cuello. Luego, la llevó al garaje y la cortó en partes para esconder los restos dentro de un barril.

Aunque había confesado el crimen, no quería decir dónde había escondido su cuerpo, pero Brenda se lo reclamaba. Entonces comenzó a enviarle desde la cárcel distintas cartas con versiones sobre lo que había hecho con el cuerpo. Cuando la policía le preguntó cuál era la verdad, él respondió: “Tendrás que averiguarlo. Soy el único que sabrá dónde está por el resto de mi vida”.

Nadie quiere esto (Nobody want this)la serie más vista de Netflix. Foto:X

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Un monstruo dentro de casa

La verdad salió a la luz, Bowman confesó sus crímenes, pero todavía quedaba encontrar el cuerpo que estuvo enterrado durante 30 años. Las escalofriantes declaraciones del acusado llevaron a que la policía escarbe en su patio, curiosamente, en la zona dónde Cathy estaba convencida de que él escondió a su hija.

Una excavadora avanzó sobre la propiedad y encontró la tapa de un barril, lo que coincidía con los dichos de Dennis, y con un poco más de esfuerzo los antropólogos dieron con 4 bolsas dónde estaban repartidos sus restos, mezclados con pañales usados para tapar el olor putrefacto. Entre esa basura también estaba el envoltorio de un caramelo con la fecha 1989, lo que dejaba claro que nunca había desaparecido.

Dennis Bowman, en "Entre las llamas: La hija perdida". Foto: Netflix Dennis Bowman, en "Entre las llamas: La hija perdida". Foto: Netflix

“Es como si hubiese estado gritando desde ese patio por años”, expresó Cathyn al saber que tenía razón sobre su paradero. Al comparar sus muestras de ADN, los resultados evidenciaron una relación maternal hija-madre. El día del juicio, Brenda Bowman le escribió una nota: “Tú fuiste su madre primero” y le entregó un paquete que contenía la mitad de las cenizas de la joven.

Dennis Bowman fue condenado a dos cadenas perpetuas en Virginia, por los crímenes contra Kathleen Doyle y su hija adoptiva, Aundria Bowman. Además, las autoridades declararon que quizás nunca se llegue a conocer la verdadera dimensión de sus delitos y a cuantas mujeres atacó a lo largo de su vida.

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Esta desgarradora historia fue plasmada en un documental producido Charlize Theron. Cuenta con dos capítulos de más de 1 horas de duración que revelan cómo el matrimonio ejerció el silencio, abuso y maltrato, hasta que desembocó en un trágico final.

Tráiler de “Entre las llamas: La hija perdida”. Video: Netflix

Esta producción no solo conmueve y horroriza, sino que también desnuda las fallas del sistema de adopción en Estados Unidos e invita a la reflexión sobre cómo se puede proteger a los niños de las atrocidades del mundo y hacer todo lo posible porque tengan una vida feliz, sin que el sistema les falle.

A través de fuertes testimonios, entre las que se destacan las amigas de Aundria y mujeres ajenas al caso que fueron abusadas por Bowman, está el dolor de una madre que por una década luchó por encontrar la verdad sobre el trágico final de su hija.

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