Europa, en un limbo: entre la presión externa y sus propios temores internos

El invierno se acerca para el hemisferio norte y ningún continente parece más preocupado que Europa por su llegada. Mientras tanto, la guerra de Ucrania se extiende.

Por Kevin Bryan

Viernes 30 de Septiembre de 2022 - 10:11

Foto Reuters Holanda carbón y la madera para el inviernoConscientes del precio del gas, eHolanda se preparan para el invierno. Foto Reuters.

El invierno se acerca para el hemisferio norte. Mientras la guerra de Ucrania parece extenderse, crece el malestar y la preocupación de la población europea.

La llegada del invierno y los viejos temores

Conforme pasan las semanas, el hemisferio norte se encamina hacia la temporada invernal. Una temporada que, en un año normal, no generaría grandes preocupaciones. El gas, a buen precio, aseguraría el suministro para todos los hogares europeos. Sin embargo, este año, no ha sido un año habitual para los europeos. La invasión rusa a Ucrania, alteró todos los planes y las sociedades establecidas, hace varios años, se han desintegrado.

Seguridad frente a la instalación de recalada del gasoducto del Mar Báltico Nord Stream 2 en Lubmin Alemania. Foto ReutersSeguridad frente a la instalación de recalada del gasoducto del Mar Báltico Nord Stream 2 en Lubmin Alemania. Foto Reuters.

La Unión Europea, con el apoyo y asesoramiento norteamericano, está librando una auténtica guerra comercial y económica contra Moscú, cuya punta del iceberg fueron las sanciones europeas anunciadas contra distintos sectores productivos y bienes rusos. Decimos que han sido la punta del iceberg, porque el iceberg trajo, hasta el momento, serias complicaciones para los europeos en el plano productivo, monetario y también político.

El impacto en la zona Euro

El primer dato objetivo para analizar es que, luego de décadas de constante crecimiento, Alemania, el motor económico de la Unión Europea, ha mostrado déficit comercial. Este déficit se debe a que, la gigantesca industria alemana, depende en buena parte del gas. La brusca subida del precio de dicho servicio, por las sanciones occidentales a Rusia, impacta directamente sobre las finanzas de Alemania que ha visto reducir el margen de ganancias de su balanza comercial.

Si Alemania registra esos números, es motivo suficiente para que los demás países del bloque se preocupen. Un reflejo claro de esta problemática es la devaluación del Euro frente al Dólar. Mientras la divisa norteamericana no para de fortalecerse por la suba de intereses que autorizó la Reserva Federal, el Euro se desploma a mínimos históricos. Hace semanas se hablaba de una “histórica” paridad de uno a uno entre el Dólar y el Euro (recordemos que el Euro siempre cotizó por encima del Dólar), aunque hoy, hablamos de que el valor del Dólar ha superado levemente al valor monetario del Euro.

Fuera de la Eurozona, los británicos no se han quedado atrás. El pasado viernes, los mercados confirmaron la mayor devaluación de la libra esterlina desde 1985. Superados los días de duelo, tras la muerte de Isabel II, los británicos también afrontan un doble problema: la devaluación de su moneda, y la brusca subida de los servicios. Algunos recortes impositivos anunciados por Liz Truss buscan aliviar el bolsillo de los consumidores, aunque las subidas de precios serán realmente históricas y nada parece suficiente.

Los cuestionamientos a la Unión Europea

En paralelo, crecen los cuestionamientos al bloque europeo, desde el interior. Hace solo unos días, Giorgia Meloni, candidata de la derecha italiana, se impuso junto a sus socios Silvio Berlusconi y Matteo Salvini con fuertes discursos contrarios al manejo económico de la Unión Europea. Salvini, de hecho, pidió, días antes de la elección, la renuncia de Úrsula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, por sus malas decisiones e intentos de “injerencia” en otros países europeos.

Foto Reuters La líder de los Hermanos de Italia Giorgia Meloni en la sede del partido durante la noche electoralGiorgia Meloni. Foto Reuters.

El discurso anti-UE crece con los meses. Si bien el caso italiano impactó por sus resultados, tampoco es que sea fácil gobernar en coalición en el país. Recordemos que han pasado 70 gobiernos de coalición en 80 años por Italia. Sin embargo, muchos partidos contrarios a la UE podrían crecer en los próximos meses. Días antes de la elección en Italia, las distintas ramas de la derecha sueca, algunos con partidos Anti-UE, hicieron una excelente elección que solo ratifica la tendencia de que los partidos Anti-UE están en franco ascenso; algunos con un discurso de derecha nacional y conservador, otros con un discurso de izquierda mucho más combativo. Todos, con un mismo blanco de ataque: La Unión Europea y sus decisiones. 

¿Cambiar una dependencia por otra?

Por último, en los días anteriores, pudimos ver numerosas fugas de gas sobre el Mar Báltico. Estas fugas  corresponden a los gasoductos Nord Stream 1 y 2, los dos gasoductos que conectan a Rusia con Alemania y que suministraban buena parte del gas a Europa central. Todo apunta a un sabotaje: Moscú, apunta hacia Washington. Washington no responde. En su lugar, plantea que está listo para ayudar a sus socios europeos en relación al suministro del gas. Un suministro más costoso pero que Europa precisa ante la proximidad invernal.

Foto Reuters fuga de gas de Nord stream 2 en la zona económica sueca en el Mar Báltico Fuga de gas de Nord stream 2 en la zona sueca en el Mar Báltico. Imagen tomada desde el avión de la Guardia Costera. Foto Reuters.

El pasado miércoles, un vocero del gobierno chino, Zhao Lijian fue consultado sobre el tema y declaró: “lamentablemente, nuestros socios europeos ya no manejan su propia agenda”. El mensaje de Lijian, en medio de las acusaciones cruzadas, solo confirma lo que muchos analistas venían ya vaticinando: Europa experimenta un retroceso de la influencia energética rusa, en favor de un avance de la influencia norteamericana en dicho sector. En cualquier caso, la Unión Europea muestra con claridad que, en este contexto, carece de una agenda propia y, de hecho, cada vez se muestra más subordinada a las agendas de otros actores del sistema internacional.