Alarma en España por la aparición del “dragón azul”: la especie tóxica genera preocupación en las autoridades sanitarias

La presencia de este molusco de intenso color y aspecto exótico en diferentes costas españolas obligó a extremar precauciones. Aunque tiene un tamaño diminuto, posee mecanismos de defensa capaces de resultar dañinos para las personas.
"Dragón azul" (Glaucus atlanticus).
"Dragón azul" (Glaucus atlanticus). Foto: X / @ElAragueno.

La reaparición del Glaucus atlanticus, conocido popularmente como dragón azul, encendió las alarmas en varias playas de la costa española. Este pequeño molusco, de apenas cuatro centímetros de longitud, obligó a cerrar temporalmente la playa de Vivers, en Guardamar del Segura (Alicante), después de que dos ejemplares fueran hallados en la orilla.

Aunque su aspecto llamativo y diminuto puede parecer inofensivo, el dragón azul esconde un mecanismo de defensa altamente peligroso: acumula el veneno de las especies de las que se alimenta, como la carabela portuguesa, y lo concentra en su cuerpo, lo que le permite provocar picaduras mucho más intensas y dolorosas que las de su presa original.

"Dragón azul" (Glaucus atlanticus). Foto: X / @abcdesevilla.

Una especie que regresa tras siglos de ausencia

El primer registro del dragón azul en aguas españolas data de 1705, cuando el naturalista Johann Philipp Breyne lo describió en Ibiza. Sin embargo, no volvió a ser visto hasta 2021, con avistamientos en Torrevieja y Orihuela. Desde entonces, su presencia se hizo cada vez más frecuente en lugares como Gran Canaria, Canet d’en Berenguer y, más recientemente, Guardamar del Segura.

Expertos advierten que esta reaparición refleja un cambio en el equilibrio marino del Mediterráneo, impulsado por variaciones en las condiciones ambientales.

El Glaucus atlanticus se alimenta de organismos marinos venenosos, como medusas y, especialmente, de la carabela portuguesa. En lugar de neutralizar sus toxinas, las almacena en células urticantes que deposita en sus apéndices. El resultado es un veneno potenciado que, al entrar en contacto con la piel humana, puede causar dolor agudo, inflamación, enrojecimiento y ampollas.

En personas vulnerables, como niños, alérgicos o pacientes con afecciones respiratorias o cardíacas, la reacción puede ser aún más severa y requerir atención médica inmediata.

"Dragón azul" (Glaucus atlanticus). Foto: X / @abcdesevilla.

¿Por qué aparece en las costas españolas?

El dragón azul suele habitar en aguas abiertas de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico. Sin embargo, en los últimos años ha sido arrastrado hacia la costa mediterránea por una combinación de factores:

  • Aumento de la temperatura del agua: según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el mar Mediterráneo registró incrementos de hasta seis grados por encima de lo normal en los veranos recientes, creando un entorno favorable para especies tropicales.
  • Proliferación de la carabela portuguesa: la mayor presencia de esta especie en las costas españolas actúa como imán para el dragón azul, que la busca como fuente principal de alimento.

Ambos fenómenos se retroalimentan: más carabelas atraen más dragones azules, consolidando su presencia en el litoral.

Precauciones para bañistas y turistas

Si bien el dragón azul no es agresivo y no busca interactuar con los humanos, el riesgo aparece cuando alguien lo toca o lo pisa accidentalmente. Ante un posible contacto, los especialistas recomiendan:

  • No manipularlo, ni siquiera con guantes.
  • Lavar la zona afectada con agua salada (nunca con agua dulce).
  • Retirar con pinzas cualquier resto adherido.
  • Aplicar compresas frías sobre la piel.
  • Evitar frotar, aplicar hielo directamente o usar agua dulce, ya que puede empeorar la reacción.
  • Consultar a un médico si los síntomas se intensifican.
"Dragón azul" (Glaucus atlanticus). Foto: X / @abcdesevilla.

Las autoridades locales activaron protocolos de seguridad, con cierres preventivos de playas, restricciones temporales al baño y vigilancia constante, para evitar que más ejemplares alcancen las zonas concurridas por bañistas.

El hallazgo del dragón azul en el Mediterráneo, tras siglos de ausencia, es considerado por los especialistas como un síntoma del impacto del cambio climático y de la transformación de los ecosistemas marinos. Mientras tanto, las medidas de precaución se mantienen para garantizar la seguridad de los veraneantes.