¿Por qué los gatos comen plantas?: un estudio reveló la verdadera razón de este hábito felino

Durante años, los veterinarios y expertos en comportamiento animal creían que los gatos comen plantas únicamente cuando se “sienten mal de la panza”. Sin embargo, un grupo de científicas estadounidenses logró resolver esta duda con pruebas concretas y sorprendentes.
Este estudio, publicado en la revista Journal of Veterinary Behavior, y liderado por investigadoras de la Universidad de High Point, en Carolina del Norte, los felinos consumen vegetales y plantas no solamente porque necesitan expulsar algo que les cayó mal, sino que además, lo hacen para largar las bolas de pelo acumuladas en su aparato digestivo.
En definitiva, no lo hacen por placer, ni para eliminar parásitos, ni por falta de nutrientes: la función sería puramente mecánica.

El trabajo fue realizado por Nicole Hughes, Kara Bensel y Megan Rudock Bowman, quienes analizaron tricobezoares (mejor conocidas coloquialmente como “bolas de pelo”) de gatos domésticos usando microscopios electrónicos.
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En su estudio, lo que encontraron fue revelador: dentro de esas masas de pelos aparecían fragmentos vegetales, lo que sugiere que actúan como una especie de “limpiador” natural para arrastrar el pelo ingerido al lamerse.
“Las imágenes mostraron pelos literalmente enredados en las protuberancias y espinas de las plantas”, relataron las autoras del estudio científico, al explicar por qué los gatos tienen una fijación casi inexplicables por las plantas del hogar. Esto confirmó que el consumo no tenía fines nutricionales ni medicinales, sino que servía para facilitar la expulsión del pelo que tragan al acicalarse.

Los animales sólo no comen pasto “porque tienen parásitos”, según el estudio estadounidense
Una de las teorías más sostenidas, es que los perros y los gatos comen pasto para eliminar parásitos intestinales, pero las investigadoras de esta investigación refutaron esa idea con evidencias fuertes: en las muestras analizadas no encontraron rastros de parásitos, solo pelo y material vegetal. Además, explicaron que los parásitos como las tenias son decenas de veces más grandes que los tricomas de las plantas, por lo que no serían afectados por este mecanismo. Además, observaron que este comportamiento no es diario, sino ocasional y en ciertas épocas del año, que coinciden con la muda de pelo de los gatos,

En el caso de los perros, las investigadoras indicaron que comer pasto o plantas no tiene el mismo fin que en los felinos, ya que no generan bola de pelo que pudieran ir directo al estómago. Por estas razones, podrían comer por malestar estomacal o incluso porque se trata de una forma eficaz para explorar el entorno.
Las autoras del estudio aclaran que los hallazgos son relevantes, pero tienen limitaciones: el número de muestras fue reducido y aún no se sabe si el consumo frecuente de ciertas plantas podría tener efectos adversos en el largo plazo.