Si bien es cierto que el calentamiento global y la crisis climática son las razones principales por las que miles de especies están en peligro de extinción, aunque no son las únicas. Las abejas, esenciales para sostener la vida en la Tierra como la conocemos, están expuestas a otros riesgos.
Podrá sonar imposible, pero los celulares son una amenaza potencial para las abejas, estos insectos tan importantes para el ecosistema que se encuentran en peligro de extinción. De acuerdo con un reciente estudio, las ondas que emiten estos dispositivos móviles pueden impactar negativamente en las abejas alterando su comportamiento.
Este descubrimiento es parte de la investigación de un científico suizo del Laboratorio de Biotecnología Celular en la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), quien realizó el experimento que comprobó esta teoría.
Si bien es cierto que el calentamiento global y la crisis climática son las razones principales por las que miles de especies están en peligro de extinción, aunque no son las únicas. Las abejas, esenciales para sostener la vida en la Tierra como la conocemos, están expuestas a otros riesgos.
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Estos insectos se encargan de la polinización y reproducción de la flora en el mundo, mientras que también proveen de alimentos a la mayoría de las especies animales. Sin embargo, se encuentran en peligro de extinción. Una de las amenazas que enfrentan es el uso de los celulares. Así lo aseguró Favre, que realizó un experimento usando las señales de los teléfonos celulares.
El experimento Favre consistió en colocar los teléfonos celulares junto a colmenas, además de situar medidores de audiogramas y espectrogramas. En un inicio se monitorea el comportamiento de las abejas sin que este estuviera en funcionamiento, al no haber reacción se decidió por activar el teléfono. El experimento se realizó en cinco colmenas más, pero ahora haciendo llamadas entre dos teléfonos que se encontraban bajo dos colmenas diferentes, la reacción de las abejas era de alteración 10 veces mayor a la normal.
Favre, en una entrevista para el medio local Swissinfo, habló sobre los resultados. “Los dispositivos activos de los teléfonos celulares tienen un impacto drástico en el comportamiento de las abejas, ya que inducen a las obreras a emitir la señal de alarma”, explicó. “En condiciones naturales, la alerta de las obreras anuncia el abandono de la colmena o que existe alguna perturbación grave en su seno”, agregó.
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También descubrió que aunque se realizara una media hora el experimento, dos minutos después de apagar los teléfonos, las abejas regresaban al estado normal de ruido. Pero si se extendía a 20 horas, los insectos esperaban al menos 12 horas para estabilizarse.
La investigación de Favre sugiere, entonces, que los dispositivos que producen campos magnéticos y que pertenecen, a las terminales móviles -dispositivos que pueden ser usados en celulares- y las antenas de redes de internet, “pueden contribuir a la disminución de las abejas en todo el mundo”. También explicó que “en condiciones normales”, la reacción de las abejas ante esta señal de alarma es salir del panal.
Sin embargo, al realizarse el experimento, ninguna abeja salió, pues al producirse la señal de alarma en casi todas las abejas obreras se produjo una confusión que impidió que salieran, esto provocaría -a largo plazo- consecuencias directas al panal, como lo es el Síndrome de Colapso de las Abejas (por sus siglas en inglés CCD).
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