El electrodoméstico que gasta cuatro veces más electricidad que una heladera y todos tenemos en casa

Aunque es cierto que la heladera y el lavarropas son de los electrodomésticos que más consumen, hay un aparato que casi todos los argentinos tienen en su casa y que es el gran culpable de las altas sumas de luz en las facturas: los viejos aires acondicionados.
Con la llegada de los primeros calores, este electrodoméstico común se transforma en un gran enemigo para el bolsillo, ya que sin que lo notes, el aire acondicionado antiguo puede estar consumiendo hasta cuatro veces más electricidad que el lavarropas más moderno.

Los números no mienten: de hecho, un equipo con más o menos 15 años de uso, puede consumir 1,5 y 2,5 kWh por hora, lo que representa un gasto energético muy superior al de electrodomésticos actuales de bajo consumo.
En comparación, un lavarropas clase A eficiente utiliza apenas 0,4 a 0,6 kWh por ciclo completo, incluso si se utiliza agua caliente. Esto significa que, a lo largo de un año, un aire acondicionado antiguo puede sumar entre 1.500 y 2.500 kWh, generando más de 300 kWh extra en la factura anual respecto de un equipo nuevo.
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Si este gasto es traducido a pesos argentinos, el impacto económico es abismal: se puede llegar a gastar hasta $80.000 más al año, dependiendo del uso y la tarifa eléctrica.
¿Por qué los aires acondicionados viejos consumen tanta luz?
Los equipos de aire antiguos carecen de tecnología inverter, que hace que funcionen siempre al máximo pero con el mínimo consumo, encendiéndose y apagándose de forma constante para regular la potencia según la necesidad del ambiente.
Esto, sumado a componentes desgastados, filtros sucios, gas refrigerante deteriorado y una eficiencia energética muy por debajo de los estándares actuales, multiplica el consumo, ya que, por ejemplo, necesitan de al menos una visita de mantenimiento por año.
Cómo saber si tu aire está gastando de más
Algunos signos claros de que tu equipo podría ser un “vampiro energético”:
- Tiene más de 10 o 15 años.
- No cuenta con tecnología inverter.
- Hace mucho ruido al encender o funcionar.
- Tarda en enfriar el ambiente.
- Notás un salto significativo en la factura de luz cada vez que lo usás.

¿Vale la pena cambiarlo?
Cuando la factura de luz aumenta en el verano al sólo usar un equipo viejo, reemplazarlo por uno más nuevo podría ser una decisión que, a la larga, podría ahorrarte mucho dinero y contribuir con la ecología.
Sin embargo, la decisión es personal. Si funciona, para muchos es suficiente para seguir costeando el consumo de luz, pero sin gastar en mano de obra por la instalación de un nuevo equipo.