Aumentan las estafas telefónicas con llamadas del exterior en Argentina: cómo evitar caer en el “vishing” y el “wangiri”

En los últimos años, Argentina registró un aumento significativo de estafas telefónicas provenientes del exterior, que buscan engañar a los usuarios mediante llamadas engañosas o engaños psicológicos. Tanto que el país registró un promedio de siete llamadas de spam por persona al mes en el último trimestre, de las cuales el 27% corresponden a fraudes.
Entre los métodos más frecuentes se encuentran el wangiri, donde la víctima recibe una llamada perdida de un número internacional de alta tarifa, y el vishing, en el que los estafadores se hacen pasar por instituciones confiables para obtener información personal o financiera. Conocer cómo operan estas estafas y reconocer sus señales de alerta resulta clave para protegerse y evitar pérdidas económicas.

Para no caer en estafas, se recomienda no contestar ni devolver llamadas de números desconocidos, especialmente si son del extranjero, y no compartir datos sensibles por teléfono. Es fundamental verificar directamente con la entidad mediante sus canales oficiales y no a través del número desde el cual se recibió la llamada. Además, resulta conveniente activar la autenticación de dos factores en cuentas bancarias y aplicaciones críticas para agregar una capa extra de seguridad.
También es importante capacitar al entorno familiar y laboral, en especial a los adultos mayores, quienes suelen ser más vulnerables a este tipo de estafas. Con prevención y educación, es posible reducir significativamente el riesgo de ser víctima de estas prácticas fraudulentas.
También podría interesarte
Qué es el wangiri y cuál es la diferencia con el vishing
El wangiri es un tipo de estafa telefónica internacional que consiste en recibir una llamada perdida de un número desconocido. El número suele ser de tarifa muy alta, y el objetivo del estafador es que la víctima devuelva la llamada. Una vez que lo hace, se generan cargos elevados por minuto, lo que permite a los estafadores obtener ganancias rápidamente. La principal señal de alerta de un wangiri es recibir llamadas cortas o perdidas de números internacionales no reconocidos.

Por otro lado, el vishing es una estafa basada en llamadas de voz donde los delincuentes se hacen pasar por instituciones confiables, como bancos, empresas de servicios o entidades gubernamentales. Su objetivo no es que se devuelva la llamada, sino que se les brinde información personal sensible, como números de tarjeta, claves o códigos de seguridad. Para lograrlo, suelen usar técnicas de presión o generar sensación de urgencia, intentando que la víctima actúe sin pensar.
La diferencia principal es que el wangiri busca que pagues por llamar, mientras que el vishing busca que los usuarios les confíen y den sus datos. Ambos son intentos de fraude, pero requieren distintas formas de prevención: ignorar o bloquear llamadas desconocidas en el caso del wangiri, y nunca dar información personal por teléfono en el caso del vishing.