La inteligencia artificial responde: ¿cuál es el mejor corte de carne para hacer a la parrilla?

Uno de los cortes de carne más popular para hacer a la parrilla sin que salga duro es el bife de chorizo. Este corte proviene de la parte más tierna de la vaca y tiene menos grasa, lo que lo hace ideal para una cocción rápida a altas temperaturas.

Bife de chorizo. Foto: Unsplash
Otros cortes como el ojo de bife o la entraña también son excelentes opciones para parrilladas, ya que tienen buen marmoleo y resultan tiernos y jugosos cuando se cocinan adecuadamente.
¿Por qué el bife de chorizo?
El bife de chorizo es considerado uno de los mejores cortes para hacer a la parrilla por varias razones:
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- Marmoleo: Tiene una buena cantidad de grasa intramuscular, lo que le proporciona sabor y jugosidad durante la cocción.
- Textura: Tiene una textura tierna y jugosa, lo que lo hace muy agradable al paladar.
- Grosor: Por lo general, el bife de chorizo tiene un grosor ideal para cocinar a la parrilla, lo que permite que se selle bien por fuera mientras se mantiene jugoso por dentro.
- Versatilidad: Se puede cocinar a diferentes niveles de cocción según las preferencias personales, desde término medio hasta bien hecho, sin perder su sabor y textura.
En resumen, el bife de chorizo es apreciado por su combinación de sabor, textura y versatilidad, lo que lo convierte en uno de los cortes más populares para hacer a la parrilla.
¿Cuál no es aconsejable para la parrilla?
Si bien el lomo es un corte de carne que se puede disfrutar a la parrilla, es más magro en comparación con los cortes mencionados por lo que no resulta el más apetitoso para comer al plato. Igualmente, como tiende a ser muy tierno, puede ser una opción ideal para comerlo en sanguchitos.

Carne a la parrilla. Foto: Unsplash
Hay otros cortes de carne que, debido a su textura o contenido de grasa, pueden no ser ideales para hacer a la parrilla:
- Cortes muy magros: Algunos cortes muy magros, como el solomillo, pueden volverse secos y duros si se cocinan a altas temperaturas en la parrilla. Suele ser mejor cocinar estos cortes con métodos de cocción más suaves y lentos, como la cocción al horno.
- Cortes muy duros: Cortes como la falda o el matambre, que son naturalmente más duros, pueden necesitar técnicas de cocción más prolongadas y a baja temperatura para ablandarse adecuadamente. Cocinarlos a la parrilla puede resultar en carne difícil de masticar si no se les da el tratamiento adecuado.
- Cortes muy gruesos: Cortes extremadamente gruesos pueden resultar difíciles de cocinar uniformemente en la parrilla, ya que pueden quemarse en el exterior antes de cocinarse completamente en el interior. En estos casos, puede ser preferible utilizar técnicas de cocción como la parrilla inversa o el sellado inicial seguido de una cocción a fuego indirecto.
Es importante conocer las características de cada corte y ajustar la técnica de cocción en consecuencia.