Una escapada “tope de gama”: el paraíso escondido de Córdoba que ofrece playas de arena fina y un río cristalino único

La provincia de Córdoba guarda entre sus sierras algunos de los rincones más encantadores del interior argentino. Uno de ellos es Cuesta Blanca, una pequeña localidad ubicada en el departamento de Punilla, que combina playas de arena clara, senderos naturales y aguas transparentes del río San Antonio. Es un destino perfecto para escapar de la ciudad, pero sin alejarse demasiado.
Situada dentro de la Reserva Hídrica Provincial Los Gigantes, Cuesta Blanca forma parte de una zona de conservación ambiental que busca preservar el ecosistema serrano. Esta característica no solo enriquece su valor paisajístico, sino que también invita a un turismo más consciente, respetuoso del entorno y comprometido con la naturaleza.

Un rincón para relajarse y explorar
Durante la temporada de verano, Cuesta Blanca se transforma en un refugio para quienes buscan descanso, aire puro y actividades al aire libre. Su geografía serrana, el murmullo constante del río y la vegetación autóctona conforman un escenario ideal tanto para familias como para parejas o grupos de amigos.
Entre los principales atractivos se encuentran El Diquecito, un balneario natural con cascadas entre rocas y zonas de sombra, y la icónica Playita de los Hippies, de acceso más aventurero, pero con un paisaje encantador. Ambas playas son aptas para todas las edades gracias a la variedad de profundidades en sus aguas.
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Para los más activos, la zona ofrece senderos de trekking, pesca de trucha y la posibilidad de visitar un criadero de langostas australianas. Otros puntos naturales imperdibles son Las Tres Cascadas, el arroyo San Pablo y la Laguna Negra, que completan una experiencia de contacto profundo con la naturaleza serrana.

Sabores y servicios con identidad local
La propuesta gastronómica de Cuesta Blanca acompaña el espíritu del lugar. Paradores como JIPI y Paradory son recomendados por su cocina sencilla, con productos locales y vistas privilegiadas. También hay bares, pizzerías y proveedurías, lo que permite disfrutar sin grandes traslados.
En cuanto al alojamiento, el visitante puede optar por cabañas rústicas, eco campings y hospedajes familiares, tanto en Cuesta Blanca como en las localidades vecinas de Icho Cruz y Tala Huasi, que ofrecen mayor infraestructura sin perder el espíritu serrano.
Cómo llegar a Cuesta Blanca, en Córdoba
El acceso es directo y sencillo desde Córdoba Capital. En vehículo, se debe tomar la autopista RN 20 y luego continuar por la Ruta Provincial 14. El recorrido, de menos de una hora, es parte del atractivo, ya que atraviesa el paisaje característico del Valle de Punilla.
También es posible llegar en transporte público mediante las líneas Fonobus y Sarmiento, que cuentan con servicios diarios hasta el pueblo.
Cuesta Blanca es mucho más que un destino de verano: es una experiencia de conexión con lo simple, lo natural y lo auténtico. Un lugar donde el tiempo parece detenerse y cada rincón invita a redescubrir el encanto de las sierras cordobesas.