El té milenario que cura enfermedades: es antiinflamatorio, combate congestiones y controla náuseas

Alrededor del mundo, existen diferentes plantas medicinales que ayudan de forma natural al organismo, como por ejemplo, el jengibre, que es un superalimento con grandes beneficios para el bienestar y la salud.
Esta raíz, originario del sur de Asia, es considerada un tesoro dentro del ámbito gastronómico por su sabor particular: se usa como un condimento que se consume fresco, seco y en polvo, así como en aceite o jugo.
Por otro lado, desde hace más de 3.000 años, esta planta milenaria ya era cultivada y usada en las distintas civilizaciones y culturas asiáticas, con el objetivo de tratar enfermedades, entre ellas, el resfrío.

Té de jengibre con limón. Foto: Unsplash.
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El uso del jengibre en tés es uno de los métodos más comunes para favorecernos de sus beneficios. Las infusiones naturales son una forma popular de aprovechar las propiedades de hierbas y plantas medicinales.
Estas técnicas alternativas tienen la finalidad de estimular la capacidad curativa innata del cuerpo, y facilitar que sus mecanismos de equilibrio alcancen un buen estado de salud, evitando el consumo de terapias farmacológicas.
Según un estudio de la Universidad de Harvard, el principal compuesto bioactivo del jengibre es el gingerol, un antioxidante asociado al combate de diversas afecciones. Además, aporta nutrientes esenciales, como vitaminas B3, C, hierro y potasio.
Los 5 beneficios del té de jengibre
1- Antiinflamatorio
El jengibre contiene más de 400 compuestos naturales, entre ellos se encuentra el gingerol. Este inhibe la producción de las prostaglandinas, sustancias responsables de la inflamación en el cuerpo, convirtiéndolo en un aliado potencial para aliviar la inflamación intestinal y ayudar a tratar los dolores menstruales o musculares.
2- Antioxidante
Al contener moléculas antioxidantes, el jengibre ayuda a disminuir el desgaste celular. Para esto, controla los radicales libres, compuestos capaces de dañar las células cuando se reproducen en exceso, ayuda con el envejecimiento y fortalece el sistema inmunológico.

Té de jengibre con limón. Foto: Unsplash.
3- Ayuda con la congestión
Las propiedades expectorantes de esta raíz ayudan a combatir congestiones y síntomas de resfriado como la tos, ofreciendo alivio respiratorio. Al prevenir estados gripales, beber té de jengibre en épocas de frío, es una buena forma para evitar enfermarse.
4- Control de náuseas
Esta raíz estimula el flujo de saliva y la secreción de jugos gástricos, lo que puede aliviar los gases, las náuseas y el mareo, por lo que, para aquellos que los sufren, el jengibre puede ser de gran ayuda. Como por ejemplo, las embarazadas, quienes suelen usarlo para tratar las molestias que aparecen durante el periodo de gestación.
5- Cuidado de la salud bucal
El jengibre también tiene propiedades antibacterianas, por lo que favorece la eliminación de microorganismos infecciosos que pueden afectar la salud bucal, siendo efectivo contra afecciones como la gingivitis y periodontitis. Además, estimula la enzima que descompone sustancias malolientes en la saliva, combatiendo así la halitosis.