Historia de vida: ganó el Mundial de 1978 con la Selección argentina y hoy trabaja como recepcionista en Córdoba

La Selección argentina está marcada por una gran cantidad de futbolistas que representaron a su país de la mejor manera y consiguieron títulos muy importantes con la Albiceleste. Sin embargo, algunos de ellos no son reconocidos como deberían y se ven obligados a vivir una vida por fuera del fútbol tras su retiro.
Ese es el caso de Miguel Ángel “Cata” Oviedo, mediocampista que formó parte del equipo que alzó la Copa del Mundo en 1978 y que hoy lleva una vida propia de un ciudadano promedio.

El gran nivel que mostró Oviedo en el Nacional 1977, cuando Talleres disputó la final frente a Independiente, llamó la atención de César Luis Menotti, quien no dudó en sumarlo a la convocatoria de la Selección para el Mundial de 1978.
Lo llamativo de que viva una vida completamente alejada del profesionalismo futbolero es que no solo fue parte importante del grupo que conquistó el primer título mundial para Argentina, sino que también logró dos títulos internacionales con Independiente en 1984: la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental, en una de las etapas doradas del club de Avellaneda.
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Por si fuera poco, su exitosa carrera futbolística cerró en Talleres, donde se convirtió en una leyenda con 453 partidos oficiales.
El Cata Oviedo, de leyenda del fútbol a recepcionista
Cuando colgó los botines, la vida no condujo a Oviedo por el camino de la fama eterna ni los contratos televisivos: aunque intentó hacerse un lugar como director técnico, las oportunidades no llegaron como esperaba.
Hoy, Miguel Ángel Oviedo trabaja como recepcionista en el Polideportivo Municipal Carlos Cerutti, en Córdoba capital. Allí encontró una rutina que le brinda estabilidad y serenidad, completamente alejada del vértigo del fútbol profesional.

De este modo, puede decirse que la historia del “Cata” Oviedo es un ejemplo de humildad y trabajo. Fue campeón del mundo con la Selección argentina, pero su mayor título quizás sea haberse reinventado completamente.