Fernando Alonso: ¿última vuelta o nuevo comienzo en 2026?

El piloto asturiano, un veterano de mil batallas que ha desafiado el paso del tiempo con la misma tenacidad con la que sigue atacando las curvas, mantiene vivas sus esperanzas de lo que podría ser su última oportunidad de volver a lo más alto del podio.
Con el nuevo reglamento de la Fórmula 1 para la temporada 2026, junto con Aston Martin, tienen ante sí un escenario en el que pueden reinventarlo todo. Así lo estiman todas las apuestas de motor, ya que contemplan un último baile del piloto asturiano a mandos de un monoplaza con garantías de victoria.
2025 ha sido un año de transición y frustración
En palabras del propio piloto, esta temporada ha sido “una batalla en el barro”. El AMR25 se presentó con expectativas altas, pero resultó en un monoplaza complicado de conducir, y con apenas 36 puntos en el campeonato de constructores, apenas llegan al octavo puesto en la tabla. Los 16 puntos en su nombre lo tienen en el puesto 15 del campeonato de pilotos. Algo diametralmente opuesto a la temporada anterior.
Sin embargo, todos coinciden en que Alonso ha logrado varias actuaciones destacadas, como el séptimo lugar en Austria y Canadá, sacando mucho más de lo que puede dar el coche, tomando en cuenta la falta de consistencia y fiabilidad.
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Sin mucho más que buscar para 2025, el de Oviedo ha reconocido que el enfoque del equipo ya está puesto en 2026: “El 80% de la atención ya está en el coche del próximo año. Lo que resta de esta temporada, tendremos pocos cambios”. La esperanza también se centra en el liderazgo de Adrian Newey en el nuevo monoplaza y en la alianza con Honda para el suministro de motores. Aston Martin continúa apostando fuerte por el futuro, con su nueva e increíble planta, túnel de viento, y la posibilidad de la venta de acciones que pueden incrementar la velocidad de desarrollo.
¿El nuevo reglamento abre una nueva oportunidad para Fernando?
La revolución técnica que sufrirá la Fórmula 1 en 2026 es extensa y muy importante. Entre los cambios más destacados, tendremos motores híbridos simplificados que agregan una división 50/50 entre la potencia del motor de combustión interna y del de energía eléctrica. La aerodinámica será activa, con alerones delanteros y traseros móviles, eliminando por completo el DRS, pero con la premisa de utilizar modos “Z” de alta carga para curvas, y “X”, de baja resistencia en rectas. También habrá un modo para conseguir un aumento de potencia durante un tiempo corto para facilitar los adelantamientos.
Los monoplazas reducirán su tamaño y peso, serán más cortos, estrechos y ligeros, buscando mejorar la agilidad y el pilotaje puro. Además, se suministrarán combustibles 100% sostenibles, y se incluirá una mayor recuperación de energía vía los frenos regenerativos.
Todos estos cambios podrían nivelar el campo de juego y beneficiar a pilotos con experiencia y capacidad de adaptación, como Alonso, quien ha demostrado una habilidad única para exprimir el máximo de cualquier reglamento nuevo, como lo hizo en 2005 y 2006.
Con los nuevos motores para todos, pero el respaldo de Honda y su nueva fábrica, Aston Martin ha impresionado a propios y extraños, pero lo que más le ha llamado la atención al asturiano, es el compromiso del equipo, aunque advierte que “la infraestructura no garantiza resultados”.
¿Qué puede marcar la diferencia?
Principalmente, y como se puede deducir hasta ahora, la clave se centra en tres factores. Primero, el rendimiento del nuevo motor Honda, que se supone deberá estar a la altura de Mercedes y Ferrari. Segundo, la capacidad de Newey para interpretar el nuevo reglamento y diseñar un auto competitivo desde el primer día. Y tercero, la motivación de Fernando, porque ha dejado entrever que 2026 podría ser su última temporada en la Fórmula 1.
Entonces, si Aston Martin consigue capitalizar el cambio de normativa y ofrecerle al español un monoplaza capaz de pelear en la parte alta, podríamos verlo cerrar su carrera con una última batalla por el campeonato. Sabemos que, si alguien es capaz de convertir una oportunidad así, es Alonso. Porque a sus 44 años, Fernando no busca simplemente competir, sino quiere ganar. A pesar de lo malo del 2025, el horizonte de 2026 pinta mucho mejor, como una recta con viento a favor. Si Aston Martin da en el clavo y entrega un auto que responda, ejecutan las estrategias correctamente, y mantienen el objetivo claro, no sería descabellado imaginar al asturiano luchando por victorias.
En la Fórmula 1, como en la vida, todo puede cambiar de un momento a otro.