El Banco Central volvió a recortar las tasas de corto plazo en la previa de una licitación clave del Tesoro

La entidad monetaria redujo la tasa que les ofrece a los bancos por inmovilizar pesos y absorber liquidez, que pasó del 22% al 20%.

Riesgo país, Banco Central. Reuters
Riesgo país, Banco Central. Reuters

El Banco Central dispuso una nueva baja en el rendimiento de los pases pasivos a un día, el instrumento más inmediato que utiliza para regular la liquidez del sistema financiero. La decisión llegó a pocas horas de una licitación decisiva para el Tesoro, que necesita renovar vencimientos importantes y asegurar financiamiento para cerrar el mes.

El objetivo es fomentar que los tenedores de fondos se vuelquen a los bonos del Tesoro, que ofrecen un rendimiento más alto en la licitación de deuda prevista para la próxima semana. Desde la entidad monetaria explicaron que el recorte se fundamenta en dos factores: la desaceleración inflacionaria que se viene observando en los últimos meses y el menor nivel de pesos circulando en la economía. Bajo ese diagnóstico, entienden que es posible continuar con el sendero descendente de tasas sin poner en riesgo la estrategia de desinflación.

Banco Central
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En los mercados interpretaron la medida como un movimiento coordinado entre el Banco Central y el Ministerio de Economía a cargo de Luis Caputo. Con una tasa más baja para los pases pasivos —una herramienta a la que los bancos recurren de manera cotidiana para colocar excedentes de fondos— se busca restarle atractivo a estos instrumentos y redirigir parte de esa liquidez hacia los títulos del Tesoro que serán ofrecidos este jueves.

La operación no solo apunta a reforzar la demanda de deuda pública en pesos, sino que también permite al Banco Central reducir el costo que implican esos instrumentos remunerados, que generan pagos diarios de intereses y engrosan la deuda de corto plazo de la autoridad monetaria.

La licitación del Tesoro se considera clave por el volumen de vencimientos que enfrenta Hacienda y por la necesidad de mantener un flujo de financiamiento ordenado en la recta final del 2025. En este contexto, la baja de tasas aparece como un elemento más dentro de una estrategia oficial cuyo objetivo es sostener la calma financiera y afianzar la tendencia descendente de la inflación.

Según fuentes del mercado, el Gobierno apuesta a que esta combinación de políticas —tasas más bajas, control de la emisión y coordinación entre Hacienda y el Banco Central— contribuya a mantener bajo control las presiones sobre el dólar y refuerce la estabilidad en los próximos meses.