La forma más barata de moverse por Buenos Aires: ¿transporte público o moto?
Teniendo en cuenta diversos factores, es posible calcular cómo gastar menos para movilizarse hacia el establecimiento educativo o trabajo.

Todos aquellos estudiantes o trabajadores que se movilizan constantemente por la Ciudad de Buenos Aires, son conscientes del gastadero de dinero que significa llegar a cualquier punto de la urbe. Afortunadamente, una serie de cálculos permite corroborar cuál es el medio de transporte ideal para ahorrar lo máximo posible.
Aunque el auto es el medio más fácil y cómodo para transportarse, también es el más caro por lo que gasta en nafta, seguro, estacionamiento y cualquier arreglo que requiera. De este modo, el debate se reduce a las motos o el transporte público.

La consultora Redoo realizó un análisis comparativo entre el costo de trasladarse diariamente en transporte público y la compra financiada de la moto más económica del mercado. El objetivo es determinar cuál alternativa resulta más conveniente para quienes se mueven a diario por la Ciudad de Buenos Aires.
Según las tarifas vigentes en diciembre de 2025, un viaje en subte cuesta $1.839 con SUBE sin registrar, mientras que el boleto mínimo de colectivo asciende a $904. Así, dos viajes combinados -ida y vuelta- demandan un gasto diario aproximado de $5.486, lo que se traduce en unos $109.720 mensuales para quienes viajan todos los días bajo esa modalidad.
En paralelo, el estudio toma como referencia la Keller Cronos 110 Base, la moto patentada más accesible del país, cuyo valor es de $1.463.940 financiado en 12 cuotas de $194.094. Con estos números, el gasto mensual promedio en transporte público permite cubrir el 57% de una cuota, mientras que cada cuota equivale al costo de 71 viajes. Así, una persona que viaja diariamente en transporte público puede cubrir una gran parte de la cuota de una moto con lo que gasta en pasajes y, al terminar el año, capitalizó esa inversión en un bien propio.
Comprar una moto reduce los gastos mensuales y convierte ese ahorro en un bien propio
El análisis también contempla el consumo de combustible tomando como referencia un recorrido de 15 kilómetros por día -equivalente a un viaje combinado de subte y colectivo-. La Keller Cronos 110, conocida por su bajo consumo, rinde 47,2 km por litro, de modo que recorre esa distancia consumiendo apenas 0,3 litros de nafta. Con la nafta súper a $1.519 por litro, el costo por viaje se ubica en $456. Frente a los $2.743 que cuesta un viaje en transporte público, el ahorro por trayecto asciende a $2.287.

Si se realizan dos viajes diarios, cinco días por semana durante cuatro semanas, el ahorro mensual total alcanza los $91.480. Descontando un seguro promedio de $41.863, queda un ahorro neto de $49.617. Con esta diferencia, el repago del vehículo se estima en 29,5 meses (alrededor de dos años y medio), período tras el cual el usuario no solo amortizó la inversión sino que además se capitalizó con un bien valuado en cerca de $1,5 millones.
En definitiva, los números muestran que el gasto mensual en boletos puede cubrir más de la mitad de la cuota de una moto nueva. Al optar por una moto en lugar del transporte público, el ahorro neto mensual ronda los $50.000 y, en aproximadamente dos años y medio, la inversión inicial queda completamente recuperada, dejando al comprador con un activo propio.


















