Ricardo Fort: el divo del chocolate que tuvo su fama tardía

El empresario fue una de las personas más queridas en el mundo del espectáculo. Hoy a seis años de su muerte lo recordamos con anécdotas que generan la nostalgia de quienes estuvieron cerca suyo.

Por Canal26

Lunes 25 de Noviembre de 2019 - 12:29

Ricardo Fort

Ricardo Fort era un hombre ostentoso, amoroso con sus amigos, con fuerte carácter y con una carencia de amor muy fuerte por parte de su familia. Alcanzó la fama tan ansiada pero le faltó tiempo para disfrutarla. Murió con solo 45 años, el 25 de noviembre del año 2013.

 

Ricardo se convirtió en "El Comandante", las redes sociales se colmaron de mensajes de cariño, sus frases (como aquel “¡Basta, chicos!”), memes y videos empezaron a usarse a diario entre los usuarios de las redes.

 

Muchos son los recuerdos sobre él y sobretodo el legado que ha dejado en sus hijos: Felipe y Marta, quienes están en la guarda de su ex novio y amigo Gustavo Martinez. Aquí repasamos parte de los momentos más recordados de su vida.

 

- Ricardo en edad escolar iba en colectivo a cursar en el colegio industrial. “Lo tomaba a las 6.30 de la mañana después de haberme levantado a las 6, y me quedaba dormido con la cabeza apoyada contra la ventanilla -contó una vez. Los boletos eran de papel. Y yo escuchaba a los vendedores que ofrecían lapiceras que también servían de peine”, relató en una entrevista el empresario.

 

- Antes que en la estrella mediática en la que terminó convirtiéndose, Fort quería ser un artista profesional. Convocado por Marcelo Tinelli en 2009, mostró algunas de esas virtudes en El musical de tus sueños; perdió ante Silvina Escudero en una definición marcada por su tenso enfrentamiento con Matías Alé, por aquella época novio de la bailarina. Pero antes, mucho antes, fue su papá quien quiso cumplir su gran anhelo. Don Carlos Augusto Fort se contactó con Ramón Ortega, quien aceptó tomarle una prueba al niño Ricardo en Miami. Luego de escucharlo entonar un par de temas el veredicto de Palito fue contundente: “Cantás bien... pero no transmitís”. El aspirante masticó bronca, aceptó las críticas y se perjuró mejorar. Estudió para eso durante años y años. Lo intentó por todos los medios. Se dio el gusto de hacerlo en televisión, sí, pero más allá de ShowMatch.

 

- Ricardo armó con sus propias manos las camitas donde durmieron por primera vez sus hijos. Y sin que se le cayera ni uno solo de sus costosos anillos... Lo hizo en Los Ángeles, allí donde en febrero de 2004 nacieron Martita y Felipe, a través del método de subrogación de vientre.

 

-Felipe Fort creó la empresa pero la dejó “casi quebrada”, según el relato de Ricardo. Fue Carlos quien la hizo “diez veces más grande”. “Mi papá era un tipo muy inteligente, pero conmigo era muy frío. Quería que yo laburara en la fábrica”, lo recordaba Ricky, quien fue empujado a seguir con el negocio familiar. Con el tiempo se convirtió en jefe de desarrollo de productos de Felfort. “Yo cambié la imagen de la empresa -se ufanaba Ricardo-. Conozco todos los secretos de la fábrica, pero no es lo mío. Lo mío es cantar”.

 

- Ricardo Fort fue un excéntrico millonario que hallaba en Miami su lugar en el mundo y en el lujo su razón de ser. Sus amigos lo llamaban "El Comandante" y es recordado así hasta el día de hoy.

 

-La de Ricardo fue la crónica de una muerte anunciada. Sus problemas de salud fueron hereditarios. Tanto su padre como su hermano Eduardo sufrieron problemas de columna, pero el cantante se diferenció de ellos en una circunstancia clave: jamás se cuidó. Hizo uso y abuso de su cuerpo desde los 18 años, al empezar a consumir anabólicos y hormonas para el crecimiento. Buscó alcanzar un ideal que siempre le resultó lejano, y su columna vertebral fue pagando las consecuencias: 28 clavos intentaron -también en vano- corregir su desviación. 

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