Una exconejita de Playboy detalló los feos momentos que se vivían en las fiestas de la mansión de Hugh Hefner

Muchas ex “conejitas” decidieron detallar las condiciones en las que eran tratadas al vivir en su mansión. Una de las valientes que se atrevió a contar las distintas situaciones que atravesó fue Crystal Harris, quien contrajo matrimonio con el magnate en 2012.

Por Canal26

Domingo 10 de Septiembre de 2023 - 19:07

Mansión Playboy Hugh Hefner en la mansión Playboy. Foto: Instagram.

Diversas ex conejitas de PlayBoy revelaron detalles de las fiestas sexuales que organizaba Hugh Hefner estos últimos años: la lista de mujeres que tomaron la decisión de hablar públicamente sobre las estrictas reglas que imponía el jefe para vivir en la mansión y los abusos que ocurrían en ella,  crece año a año.

Hugh Hefner junto a las conejitas de PlayBoy. Foto NA. Hugh Hefner junto a las conejitas de PlayBoy. Foto NA.

Crystal Harris, más conocida como Crystal Hefner, fue la última esposa del multimillonario y lanzará un libro en enero de 2024 llamado "Sólo di cosas buenas: sobreviviendo a Playboy y encontrándome a mí misma". Allí contará cómo fue compartir los útlimos cinco años de vida de Hugh Hefner, periodo que, según contó, se sintió como “un arresto domiciliario” del que recién ahora está pudiendo recuperarse.

Di solo cosas buenas” es el título del libro porque es el pedido que le realizó el célebre editor a su esposa antes de morir. Ahora, Crystal decidió que ya no era tiempo de callar. “Es tan triste… Miro hacia atrás y siento pena", dijo Crystal Harris.

Crystal Hefner en la mansion Playboy. Foto: Instagram @CrystalHefner Crystal Hefner en la mansion Playboy. Foto: Instagram @CrystalHefner.

Crystal lo había defendido ante la lluvia de críticas que recibía el magnate durante toda su relación. Pero recientemente se dio cuenta que fue víctima de maltrato: “Lo conocí cuando tenía 21 años y él 81. Recuerdo que me dictó con precisión qué tono de esmalte de uñas debía usar y me daba unos golpecitos suaves en la cabeza cuando se me veían las raíces”.

Es que la mujer de 37 años contó que su esposo no le permitía salir de casa ni viajar. Que a las seis de la tarde debía estar de regreso en su mansión de Los Ángeles y que luego de la cena ver una película o realizar una orgía: "cuando estaba en la residencia, impuso un toque de queda a las 6 de la tarde para garantizar que estuviera en casa para compartir su cena y ver sus películas favoritas. Luego, al anochecer, esperaba que participara en el sexo grupal por el que Hefner era famoso”, explicó Harris.

La viuda también contó sobre su exceso con el viagra: en las célebres fiestas llamadas “Sunday Fundays”, cuando 200 mujeres llegaban a la mansión Playboy, Hugh Hefner se aseguraba de poder mantener relaciones sexuales casi constantemente con la ayuda del viagra. Pero, debido a la cantidad no recomendable en que ingería las pastillas, en una de las últimas fiestas sufrió un inconveniente en su salud: “Le hizo perder la audición de un lado. Él siempre dijo que preferiría ser sordo y aún poder tener relaciones sexuales. Es raro”

Jenny McCarthy. Foto: X

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La actualidad de Crystal Harris

Mientras termina de cerrar sus memorias, dice que “si echo la vista atrás, tenía un cierto síndrome de Estocolmo. Una parte de mí pensaba que, si fuera amor verdadero, no habría más mujeres en ese dormitorio. Me reconciliaba conmigo misma intentando creer que Hef me amaba del mejor modo que sabía”.

Si bien cuando rememora ese estilo de vida, se arrepiente de todo lo que pasó, agradeció que todas estas experiencias la motivaron para estudiar la carrera de psicología que actualmente cursa. La psicología fue muy importante en su proceso para caer en la cuenta de los malos tratos y abusos que recibió: "tras mucha terapia y curación, me di cuenta de que necesito ser honesta conmigo misma”.

Con su nuevo hogar en Londres, está dispuesta de tomar las riendas de su vida como lo hace desde el día en que el magnate murió. Por eso, dejó en claro que a pesar de las circunstancias en las que uno se encuentra, no se debe aceptar cualquier tipo de invitación de quienes se aprovechan de personas vulnerables.