El poder del silencio: ¿cómo afecta a las relaciones que tenemos con los demás?

Goethe, dramaturgo alemán, decía que “hablar es una necesidad y escuchar, un arte”. A pesar de ser un valioso recurso, en la sociedad de hoy en día las palabras abundan y el silencio suele perder su magia: pasa a ser solo un hueco, un vacío por llenar.
Si bien puede resultar incómodo para muchos, está probado que el silencio tiene una gran cantidad de beneficios como reducir el estrés, aumentar la productividad, mejorar la calidad de sueño, fomentar la creatividad y la atención. Sin embargo, aún queda un interrogante por resolver: ¿cómo afecta el silencio a las relaciones que tenemos con los demás?
Según explican los especialistas, las pausas de silencio pueden permitir una comunicación más efectiva. Durante esos lapsos en donde las palabras faltan, las personas pueden procesar información y emociones, mejorando mucho más el acto comunicativo.

Hacer pausas cuando se habla con otro es beneficioso. Foto: Unsplash
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A pesar de esto, hay que tener en cuenta las peculiaridades comunicativas de los diferentes individuos: cuánto tiempo esperamos antes de intervenir en una conversación, si pensamos en voz alta o procesamos la información internamente o si tendemos a dominar las conversaciones o somos más de escuchar. Estas cosas afectan nuestra forma de conectar con los demás.
Por ejemplo, cuando discutimos y esperamos que nos entiendan, tendemos a tratar de explicar o repetir nuestro punto de vista, sin hacer pausa alguna. En este caso, prestar atención a estas diferencias puede ayudarnos a detectar las pequeñas fricciones antes de que se conviertan en un conflicto.
Mejorar la conexión con el otro y evitar malentendidos
Según Sheila Heen, catedrática en la Facultad de Derecho de Harvard, especializada en relaciones sociales, "el silencio nos permite intentar comprender lo que está ocurriendo en nuestro interior y en el de los demás. Esa pausa puede hacernos reflexionar: ¿Realmente quiero soltar lo primero que estoy pensando, o bien tomarme un minuto para considerar sus posibles consecuencias?”.

Con el silencio se pueden evitar malentendidos. Foto: Unsplash
Además, cuando practicamos el silencio mejoramos nuestra capacidad de escucha. Muchas veces, las personas solo esperan su turno para hablar en lugar de realmente escuchar lo que la otra persona está diciendo.
Poniendo en práctica esto podemos fortalecer la conexión con los demás y evitar posibles malentendidos, los cuales suelen aparecer cuando la comunicación es insuficiente o incorrecta. El silencio puede ofrecer espacio para procesar la información y formular respuestas claras, lo que puede reducir los malentendidos.

En situaciones de tristeza el silencio vale mucho más. Foto: Unsplash
Por su parte, en algunas situaciones, especialmente durante momentos de tristeza o dolor, estar en silencio con alguien puede proporcionar consuelo. Esto da cuenta que no todas las situaciones requieren de palabras. También en las relaciones con nuestros lazos más cercanos, compartir silencios puede ser una muestra de intimidad y confianza.