Francia en alerta: el país que amenaza con destronarlo como primera potencia militar del Mediterráneo

En una muestra de clara batalla aérea contra Francia, Turquía lanzó el TF35000, un nuevo motor turborreactor completamente diseñado y fabricado en el país. El propulsor será el corazón del KAAN, el avión de combate de quinta generación desarrollado por Turkish Aerospace Industries (TAI).
Según la información publicada por la Presidencia de la Industria de Defensa (SSB), el TF35000, de origen 100% turco, proporciona más de 155 kilonewtons de empuje, un rendimiento comparable al de los motores que propulsan a cazas como el F-22 Raptor o Eurofighter Typhoon.

"Queremos dejar de depender de proveedores extranjeros", manifestaron desde TUSAŞ Engine Industries (TEI), la empresa responsable del flamante motor turborreactor, fundada en 1985 y actualmente pieza clave de la soberanía tecnológica turca.
Después de dos décadas de trabajo silencioso, Turquía cultivó un ecosistema nacional de ingeniería y materiales avanzados, con centros metalúrgicos en Eskişehir y laboratorios de recubrimientos térmicos en diversas regiones del país para desarrollar el TF35000.
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El resultado se sustenta en tres pilares: materiales de alto rendimiento, plataformas digitales de simulación y un centro de pruebas capaz de reproducir las condiciones de vuelo a 20.000 metros. Además de construir un motor, el objetivo era demostrar que Turquía puede sostener su propia cadena de producción militar.

Desde que Ankara adquirió el sistema de defensa ruso S-400 en 2019, se deterioran sus relaciones con Washington y otros socios de la OTAN. Tras ello, Turquía fue excluida del programa F-35, y varios acuerdos de modernización de sus F-16 quedaron congelados.
Por estos motivos, el TF35000 representa mucho más que una pieza de ingeniería: es una respuesta estratégica y política. "Este motor no solo nos permite volar sin permiso, también refuerza nuestra capacidad de decisión", remarcaron las fuentes del Ministerio de Defensa turco.
Una nueva potencia aérea en el Mediterráneo
Durante décadas, Francia fue la primera potencia militar en la cuenca mediterránea. Con una flota aérea moderna centrada en el Rafale, capacidades navales con el portaaviones Charles de Gaulle y una doctrina de proyección global, París continúa siendo dominante.

Si bien Turquía no supera a Francia, sí gana dinamismo y volumen apostando por desarrollos propios, ya que además de KAAN, expandió notablemente su producción de drones armados, como el Akinci o Bayraktar TB2, exportados a más de una decena de países.