Atentado en Colombia: ¿por qué se redujo la custodia de Miguel Uribe justo antes del ataque?

Colombia atraviesa uno de sus momentos más críticos. El pasado fin de semana, el senador opositor Miguel Uribe fue víctima de un intento de asesinato que lo dejó gravemente herido y actualmente se encuentra entre la vida y la muerte.
El atentado y una custodia reducida
Uno de los puntos más inquietantes es que, previo al ataque, se había reducido la custodia de Miguel Uribe, algo que despierta dudas y sospechas en la oposición. El hecho ocurrió mientras en diferentes ciudades colombianas se registraban acciones violentas, muchas de ellas vinculadas a disidencias de las FARC o al narcotráfico, que volvieron a operar con métodos extremos como coches bomba cargados de dinamita.
Colombia atraviesa lo que muchos analistas definen como una situación “explosiva”, tanto literal como simbólicamente. El uso de explosivos en ataques y atentados revive una parte oscura de la historia reciente del país, marcada por décadas de violencia política, guerrillas y narcotráfico. En ese marco, crece la preocupación por la escalada de tensión que podría derivar en una crisis de mayor envergadura.
El rol de Gustavo Petro y las críticas a su discurso
Uno de los factores que más controversia genera es la actitud del presidente Gustavo Petro. Desde sectores opositores —y también desde algunas figuras que en el pasado lo respaldaron— se lo acusa de promover un discurso agresivo, polarizante y confrontativo, en el que cualquier adversario político es presentado como un “enemigo mortal”.
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El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, fue una de las voces más firmes este fin de semana. En un encuentro con el presidente en el Palacio de Nariño, Galán le pidió que cese con la retórica del odio. Su intervención no es menor: su padre, Luis Carlos Galán, fue un candidato presidencial asesinado en 1989, en uno de los episodios más traumáticos del conflicto colombiano.

El fantasma del "Bogotazo"
La historia colombiana ofrece dolorosos antecedentes que resuenan con la crisis actual. En 1948, el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán —otro líder del Partido Liberal— desencadenó el “Bogotazo”, una revuelta popular que destruyó la capital y marcó el inicio de un largo periodo de violencia política.
Por eso, el recuerdo del Bogotazo vuelve como advertencia: en un país donde los conflictos no resueltos pueden transformarse en estallidos catastróficos, la responsabilidad política y el diálogo son más urgentes que nunca.